El póquer de ases de la primera familia catalana

EN LA CONFIANZA de que el grupo Prisa explicará sus relaciones comerciales con la familia Pujol con la suficiente claridad como para tranquilizar a sus lectores y oyentes en el sentido de que ello no ha mermado para nada su independencia, EL MUNDO revela hoy nuevos datos sobre el patrimonio del hijo pequeño del ex presidente de la Generalitat. 

Muchos se preguntarán por sentido común cómo es posible que Oleguer Pujol tenga una fortuna de casi 400 millones de euros con apenas 40 años. Entre su patrimonio no solamente figuran los tres edificios adquiridos a Prisa de los que informábamos ayer. Posee además dos complejos turísticos en Gran Canaria, gestiona un negocio de bungalows en Cádiz y es propietario de una gran parcela en Melilla en la que quiere construir un centro comercial. Además dirige Samos, controlada desde Luxemburgo, que administra un patrimonio inmobiliario de más de 2.000 millones de euros. Pero por fortuna para el matrimonio Pujol-Ferrusola, el talento y la intuición para los negocios no es algo exclusivo de su hijo menor. Los otros tres hermanos -Jordi, Josep y Oriol- son también auténticos genios para hacer grandes fortunas en cortísimo plazo, de tal suerte que no es exagerado decir que los cuatro constituyen un verdadero póquer de ases que garantiza el futuro de la primera familia de Cataluña. 

Jordi Pujol Ferrusola, el mayor, ha acumulado un enorme patrimonio. Es copropietario de un gran complejo turístico en México y ha realizado importantes inversiones imobiliarias en Puerto Rosario, en Argentina. Tiene cuentas en las islas del Canal y en Suiza, donde figura bajo la razón social de «marmolista». Pero su verdadera afición, lo que realmente le gusta es coleccionar coches de lujo. Posee varios Ferrari y también dispone de otras marcas como Lamborghini, Porsche, Mercedes y Jaguar, valorados en más de 1,5 millones de euros. 

Josep Pujol Ferrusola tampoco le va a la zaga. Vendió Europraxis, la consultora de la que era accionista, por 44 millones de euros a Indra. Hacienda le reclamó una importante cantidad por las plusvalías de las acciones de esta sociedad que tenía sus mejores clientes entre los contratistas de la Generalitat. 

Pero el hermano más emprendedor es, sin duda, Oriol Pujol Ferrusola, que, además de dedicar muchas horas al día a la construcción nacional de Cataluña, tiene tiempo todavía para asesorar a las empresas que se quieren deslocalizar del Principado, para hacer pinitos en el negocio farmacéutico y para asociarse con amigos que quieren explotar las preciadas concesiones de las ITV que la Generalitat concede. 

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