Los mayas predijeron el tupé de Imanol Arias

HUMOR PALLETERO: PROFETIZARON UNA MASA ENHIESTA Y PLATEADA QUE EMBORRONARÍA EL FIN DE 2012

El científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Manuel Mandinga ha señalado esta mañana que los mayas predijeron en su calendario que 2012 acabaría con una catástrofe, pero que no se referían al fin del mundo. 

El calendario astronómico maya hallado recientemente en Xultún, Guatemala, revela “una enhiesta y soberbia mata grisácea que emborrona el fin de 2012 y que muchos, erróneamente, identificaron con un cataclismo”, prosigue el experto. La realidad ha demostrado que la mata plateada “significa un cataclismo para Imanol Arias, pero no para el resto de los humanos”.

“El tupé me arrastró hacia el infortunio”, confirma Arias

Imanol Arias, que debutó al frente del programa especial de Fin de Año de Televisión Española junto a Anne Igartiburu, confirma que el peinado que le hicieron sus estilistas “fue demoníaco”. Cree, además, que “los dioses se conjuraron para que el agua y el frío avivaran el dichoso tupé, arrastrándome hacia el infortunio”.

También ha declarado que “a veces sentía que era el tupé el que hablaba por mí, diciendo no sé qué chorradas de que América latina cerrara las persianas”. Respecto a este último comentario, que efectivamente hizo el presentador al inicio del especial, circulan muchos rumores en Internet. “Es una advertencia para los latinos, el tupé les advirtió de otro cataclismo. Más vale que bajen las persianas de verdad”, podía leerse en un foro de astrología.

El peinado de Hermida “baila” al ritmo de los astros

El especialista del CSIC sostiene que los mayas certificaron “la concordancia de los astros con las cosechas y los estilismos, estableciendo los mejores peinados para cada momento del año”.

Con las teorías astrológicas de los sacerdotes mayas, es posible entender el comportamiento de peinados como el del periodista Jesús Hermida, que en distintas ocasiones ha manifestado su estupor al comprobar que su pelo “va a su bola completamente” y en algunos momentos del año resulta “totalmente ingobernable”. Manuel Mandinga insiste en que “la influencia de los planetas es de tal magnitud que ni el mejor champú para pelo rebelde puede moldear nuestro destino”.