Juzgan a una mujer por encerrar a un hombre que no quería sexo con ella

Una mujer de 48 años, María I. D. I., se sentó ayer en el banquillo de los acusados en la Ciudad de la Justicia de Valencia por encerrar y amenazar presuntamente a un hombre después de que se negara a mantener relaciones sexuales con ella. La procesada, que se enfrenta a un año de cárcel, negó los hechos y declaró que se enfadó con Carlos Mario V. A., un apuesto colombiano de 44 años, porque lo sorprendió robando.

Según el fiscal, la detención ilegal tuvo lugar en la madrugada del 2 de noviembre de 2012 en la vivienda de la acusada, concretamente en un piso cerca de la calle Santos Justo y Pastor en Valencia. Oculto tras una mampara, Carlos Mario V. manifestó en el juicio que la mujer le invitó a subir a su casa tras tomar unas copas en un bar. Luego comieron jamón y queso, escucharon música y ella le propuso mantener relaciones sexuales, pero él se negó e intentó salir de la vivienda.

Cuando trató de abrir la puerta, Carlos Mario V. se dio cuenta de que estaba cerrada con llave. Ante la insistencia del hombre por marcharse, María I. D. enfureció e intentó clavarle un paraguas. También le amenazó con pincharle con una jeringuilla de cianuro, según declaró la víctima, que se refugió en una habitación y llamó con su móvil al 112.

Varias patrullas de la Policía Nacional acudieron con urgencia al lugar y lograron liberar a Carlos Mario V., que estaba muy asustado. Dos agentes entraron por una ventana y detuvieron a la mujer tras escuchar las dos versiones. La acusada reconoció en el juicio que invitó a subir a su casa al individuo, pero insistió en el intento de robo por parte del hombre. También dijo que no abrió la puerta a la policía porque no encontraba la llave. María I. D. padece un trastorno de personalidad y cuando ocurrieron los hechos podía tener afectadas las capacidades volutivas, según la forense. La abogada de la defensa, la letrada Alicia Andújar, pidió la absolución de su cliente «al no quedar probada la detención ilegal ni aparecer ninguna jeringuilla de cianuro».