lunes, 1 de julio de 2013

Neymar honra su 'Tierra Santa'

CONFEDERACIONES | Final: Brasil 3 - España 0

Neymar honra su 'Tierra Santa'

Video Marca
  • Brasil y el árbitro vencen a España, que estuvo ausente.
  • Neymar clavó un gol y fue un martirio constante para la defensa española, asociado a Óscar, Hulk y Fred, autor de dos goles y al propio árbitro.
  • Ramos falló un penalti y Piqué fue expulsado en una España sin opción alguna
  • La 'Tierra Santa' de Maracaná sigue siendo territorio inviolable para los europeos. Brasil homenajeó a su templo con un triunfo pletórico, y más que simbólico, porque a un año vista de su Mundial trituró al dominador del fútbol del último lustro liderado por su diablo amarillo: Neymar, MVP del torneo y de la final. La 'Penta' entró al partido de forma frenética con el primer gol que picó Fred y mantuvo una intensidad y una agresividad que esposó a la columna vertebral de la campeona hasta demolerla. Fue una pesadilla sin fin para España, ahogada por la presión a todo trapo en defensa, y sometida en ataque a un asalto orquestado por su estrella con socios de altura como Óscar, Fred, Marcelo, Hulk... Y el árbitro, cuyas decisiones fueron más que cuestionables y fue el jugador 12 de los locales. La 'Penta' cuadró su partido y se dedicó tras el tercer gol a lucir la velocidad y explosividad de su estrella, martirio continuo en espacios abiertos hasta el final.  

    Brasil mereció ganar.
    Ni rastro de la campeona, apenas esbozó siquiera su manual en el padre de todos los estadios. Para ejemplificar su noche horrible Ramos falló un penalti y Piqué fue expulsado al cortar en falta una estampida hacia el área de su próximo compañero, ambas desgracias ya en la segunda parte y sin respuesta. Visto lo visto el marcador fue corto, pero Brasil descerrajó a la campeona en momentos claves y críticos, donde más duele. Al principio -Fred- y final del primer acto -Neymar- y a la vuelta de vestuarios con otro gol de su delantero. Fin a la racha española de 29 partidos oficiales sin perder. Ahora, a levantarse, los grandes campeones lo hacen.

    La encerrona

    Encerrona para el visitante desde el pitido. Intensidad extrema, con un cuchillo afilado en la presión alta y coordinada, sin un respiro, minando cada metro del campo, hostigando cada pase. Y España se encontró ya por debajo por una jugada desgraciada con Fred picando desde el suelo un buen centro de Hulk desde la izquierda. Ni Piqué ni Arbeloa acertaron a despejar en el salto embarullado, y el delantero sacó la caña desde el suelo en la misma cara de Casillas, en el piso. La tropa de Scolari mostró incontrolable energía para una España que sin amasar no es España. Aviso amarillo número dos que no fue gol de chiripa. Óscar, soberbio despliegue ataque-defensa, la controló perfecta en el corazón del área con toquecito y dejada para Fred, quien desaprovechó el regalo tirándola por la derecha. Y Maracaná jaleaba cualquier fallo de Arbeloa o Alba y cada robo a los cerebros de España, de los Busquets, Xavi, Iniesta o Mata, perdido en la izquierda. Y hasta los despejes a saque de banda. El infierno.
    De milagro no cayó el segundo muy pronto, como de milagro no se fue la calle Arbeloa cuando Marcelo sirvió una lanzadera para el despegue de Neymar en el mismo círculo central. Agarrón del lateral antes de que el menudo cohete brasileño tuviese vía libre directa hacia la portería. Kuipes le perdonó con la amarilla. España trató de respirar un rato con balón, pero Brasil mordía cada metro, con licencia para soltar estopa, continuas faltas que cortaban el ritmo. A jugar, sólo ellos. Prohibido dejar circular a Busquets, Xavi y, sobre todo, a Iniesta, en una procesión del calvario. La agresividad desesperó a España, incapaz de trenzar juego ni peligro, tanto como la capacidad local en montar contras en tres toques: Robar y salir. Alba, a banda cambiada, perdió un balón que Neymar llevó hasta el borde del área y filtró excelente para Fred. El delantero, al que no se le nota pese a sus goles 'confederados' el pedrigrí de los grandes 9 brasileños, barrenó un disparo centrado e inocente a los pies de Casillas.
    Sin saber cómo, España malvivía entre el maremoto, zarandeada, pero tuvo el empate en una contra con apertura de la muerte de Mata para la entrada por la derecha de Pedro. Su disparo superó a Julio César y... David Luiz lo rebañó tirándose al suelo en carrera lanzada a un metro de la portería , el balón escapó por encima del larguero. Y malogrado el empate se firmó la lápida antes del descanso, la colocó Neymar en una jugada que distingue su inteligencia y su 'mano pesada'. El crack maniobró en la frontal hacia Óscar, que fijó a la defensa en la media luna, nadie le tapó a tiempo. Neymar, al darse cuenta del fuera de juego, dio tres pasitos hacia atrás para salirse pillando totalmente la espalda de Arbeloa en la devolución perfecta de su compañero. El zurdazo dentro del área, angulado, resultó un cañonazo a la escuadra, Mr dinamita. Y a Del Bosque no le quedó más remedio que pensar en Azpilicueta por un Arbeloa superado.

    Neymar anda suelto

    "Muchachos, he visto al diablo ahí fuera". El técnico español debió decir aquello que les repetía el Bambino' Veira a los suyos cuando les estaban pasando el rodillo. La puntilla amarilla en un plis-plas, ya sin Arbeloa. Apertura de Hulk que el cerebro de Neymar -'él era el diablo'- dejó pasar por la espalda para que Fred barrenase un disparo raso cruzado desde la esquina izquierda del área: golazo. El crack del Barça demostraba otra vez su sabiduría, y el delantero centro se vengó de la fallada en la primera parte. Más anticipación, más movilidad, ganando todos los choques, el plan amarillo se recitaba con derroche de energía con y sin balón, superior en cualquier zona. Y los intocables de rojo sin decir ni mu por primera vez en mucho tiempo,encajando un sonado correctivo.
    Del Bosque trato de revitalizar. Mata dejaba su sitio a Navas, que llevaba poquito sobrer el verde cuando le enganchó Marcelo en su primer intento de darse la vuelta dentro del pico del área. Penalti que Ramos, bajo la monumental silbatina de Maracaná, malogró horrible por el palo derecho de Julio César. No había nada que hacer, de desgracia en desgracia, España ni se acercaba, deshilachada.
    No bajó su intensidad la soldadesca de Scolari, amurallada en el medio, se dio a la fiesta en su mejor faceta, a la contra, donde Neymar demostró su cintura atómica con latifundios por delante. Una delicia ver sus controles orientados con ambas piernas, como rompe con sus toques y amagues en velocidad terminal, ese dinamismo explosivo cuando se asocia. En una de esas, a Piqué no le quedó más remedio que derribarle cuando entraba hacia el área como un velocista con pelota cosida en una colada de marca. Expulsión directa. La Penta terminó retozando con el balón en su poder en la mayor fiesta de Maracaná en el último lustro, jaleando cada toque de los suyos. Hay candidato al trono, toca a España defenderlo.

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