jueves, 5 de septiembre de 2013

El extraño caso de Pilar de ‘Saber y ganar’

El extraño caso de Pilar de ‘Saber y ganar’


“Aquí está de nuevo nuestra compañera Pilar”
Jordi Hurtado



Cuando desperté, ‘Saber y ganar’ todavía estaba allí.
Hacía como medio siglo que no me topaba con el famoso concurso de preguntas y respuestas de Televisión Española. Pero las vacaciones tienen esas cosas. Te dispones a echar una siesta, buscas algún documental en La 2 para instruirte entre sueños, y de pronto te encuentras con ‘Saber y ganar’. Como si el tiempo no pasase, como si estuviésemos en 2002, o en los noventa. Todo sigue igual. Jordi Hurtado, la parte por el todo, la calculadora humana, el reto, Juanjo Cardenal. Y, por supuesto, Pilar. Nuestra querida Pilar.
Mucho se ha hablado y debatido sobre si sigue vivo o no Jordi Hurtado y sobre si existe la posibilidad de que en realidad lo que vemos cada tarde sea sólo un holograma. El tema incluso se estudió hace unos años en un congreso en Valencia. No era para menos. Lo que es extraño es que nunca se haya analizado a fondo la figura de Pilar y su papel en el programa. Y eso que es fascinante.

Pilar llegó a nuestras vidas en 1999 para acompañar y ayudar a Jordi Hurtado en las labores de presentación del concurso. Realmente, desde entonces, apenas aparece dos minutos en cada programa, pero ella ostenta el título de copresentadora. Lo dicen así al menos en la página de ‘Saber y ganar’ de la web de RTVE. Posiblemente si hubiese un récord Guinness de presentador que menos interviene en su propio espacio ella lo ganaría. En el principio de los tiempos se dedicaba a lanzar una pregunta a los espectadores gracias a la cual se podía ganar una enciclopedia (¡¡¡una enciclopedia, sí, aún existían!!!) o un televisor. Las preguntas eran de un nivel de dificultad que hasta un niño de tres años que hubiese estado toda su vida encerrado en un bunker las sabría. Del tipo ¿de qué color es el caballo blanco de Santiago? (diciendo blanco con énfasis). Pese a la nula complejidad de las cuestiones, a Pilar había que reconocerle su valía para disimular y recitar la pregunta como si fuese el asunto más intrincado del mundo.
Quizá por esta versatilidad a la hora de formular preguntas tontas, a Pilar se le comenzó a tener en cuenta, ganó protagonismo y se le encomendaron nuevos desafíos. Que llegaba el verano, Pilar se vestía con bañador y realizaba su interrogatorio desde una piscina. Se le fue incluyendo en pruebas en las que debía demostrar sus dotes de actriz. Que en la parte por el todo se mostraba una imagen de París, pues Pilar (con una imagen de fondo de la capital francesa) ponía acento francés. Que había que adivinar el título de una película de cine negro, pues Pilar fingía ser más dura que Rick Blaine. Incluso se atrevió a cantar y bailar un rap. Una todoterreno.
En internet circulan toda clase de teorías sobre los motivos por los que Pilar ha logrado este cargo casi vitalicio, que para muchos es un chollo (cobrar por trabajar dos minutos). No se le conoce más oficio que el de sus mini intervenciones en este programa. En teoría también se encarga de actualizar el blog de ‘Saber y ganar’ en la web de rtve, pero digamos que no se estresa mucho en esa tarea, apenas publicó cinco posts en 2011 y otros tantos en 2012. En 2013 no hemos tenido noticias de ella por la red. No es lo que se dice un blog de rabiosa actualidad. Que en las entradas se cuelen algunas erratas y faltas de ortografía (sabéis con acento en la i, ohayáis también con acento en la i) supongo que no se deberá a un exceso de labores. Aunque en su currículum figure que ha sido coordinadora y guionista de distintos programas (ya estaba en el mítico ‘Si lo sé no vengo’) ella misma ha confesado en alguna ocasión que su ocupación no le produce demasiado estrés.

Pilar, no hay duda, es una presentadora atípica. No se pelea con nadie por las exclusivas, como Ana Rosa o Susanna Griso; no publica su teléfono por error en twitter como Paula Vázquez, no se esfuerza en parecer cercana como Toñi Moreno, no se le conoce enemistad ninguna con Mariló Montero, ni las cadenas se la rifan como a Ana Pastor. ¿Podría hacerse ‘Saber y ganar’ sin Pilar Vázquez? Sin duda. ¿Se la echaría de menos? Pues claro. Es como uno de sus cuadros que están en casa de tus padres, que nadie sabe de dónde ha salido, pero que un día llegas y lo han quitado y toda la casa te parece distinta. Que me perdone Pilar por compararla con los cuadros de casa de mis padres. Yo, pese a todo, creo que Pilar tiene potencial y habría que explorarlo. Quizá, por descabellado que parezca, ahora que se llevan tanto los ‘personality-show’ tipo Alaska y Mario o Tamara, se le podría encargar uno a ella. Y nos llevaríamos más de una sorpresa. ¿O es que alguien se podía imaginar a Pilar desatada en la sala Bagdad (el famoso local de espectáculos eróticos de Barcelona)? Pues los de ‘Callejeros’ la cazaron allí. Háganme caso Pilar esconde un reality. Y promete.



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