LA PRINCESA DE ASTURIAS, SEGÚN TRES PERIODISTAS
Letizia, más cambiada que nunca a los 41
Cuatro décadas y un año de edad. Casi diez años siendo princesa de Asturias y en el punto de mira de todos los ciudadanos. Letizia Ortiz Rocasolano, o Letizia, o la princesa de Asturias. Varias mujeres que conforman una personalidad a prueba de bomba, escrutada no sólo por aquellos que abogan por la monarquía sino por los que escriben sobre ella. ¿Cómo ven a Letizia a los 41 años que cumple este domingo? “Igual de neurótica que a los 40”, dice Carmen Rigalt. “La veo cambiada físicamente”, es lo primero que exclama Pilar Eyre nada más preguntarle por la princesa, que, según más de un analista, ha transformado su fisonomía a lo largo de este verano.
Lo mismo piensa Carmen Rigalt: “Estrena fisonomía pero es que se ha operado tantas veces…En el reportaje que aparece esta semana en Buenos Aires la he visto como nueva. El más mínimo arreglo que se haya hecho se le nota un montón”. Sin embargo, ¿está guapa la princesa? En una institución en la que las apariencias son parte fundamental de su juego, el físico de Letizia también puede jugar un papel importante. “Yo la veo cada vez más guapa”, dice Pilar Eyre, que piensa que la mayoría de la gente que critica su físico pasado por quirófano lo hace peyorativamente. “Digan lo que digan, ahora está mejor”.
Si el físico influye en la percepción que se tiene de una princesa, más aún influye su comportamiento institucional. Entre el plantón a Rajoy en Mallorca y las vacaciones separados, los príncipes han sido puestos en tela de juicio como nunca. Se ha llegado a hablar de crisis, de problemas con su equipo de seguridad y de un carácter intratable. Rigalt cree que “mucha gente ha hecho sangre con ella sin ningún motivo” y también reconoce que ahora “está nerviosa o le pasa algo. Puede que sea porque ya está segura de lo que hace pero no para de hacer desplantes”. Carmen Enríquez, que pasó gran parte de su profesión hablando de Zarzuela, no cree que la princesa de Asturias tenga que demostrar nada en ese sentido. “Lo que ocurre es que ella es una persona que quiere tener su propio espacio y tiene derecho a tenerlo. Su tarea la cumple a la perfección”.
Eso sí, aunque Enríquez es partidaria de la princesa, tiene una recomendación para ella. “Echo de menos que su cara exteriorice más su felicidad. Debería sonreír más en público, para que la gente no pueda reprocharle que parece amargada”. También la ve “cambiada. Está muy guapa”, asegura. Carmen Rigalt es algo más crítica con el cumplimiento que Letizia hace de sus funciones. “Parece permanentemente enfurruñada y por encima de todo. Desde fuera se ve que es problemática”.
La princesa de Asturias se enfrenta a una etapa difícil, ya que la monarquía se juega mucho después de los acontecimientos de los últimos años, las Corinnas, los Urdangarin y varios traspiés más. Pilar Eyre ve a Letizia relegada en ese futuro con respecto al príncipe. ”La imagen de Letizia ha caído incluso para los propios monárquicos, que han dejado de defenderla.Estos días se ha visto que la institución cada vez pivota más alrededor del Príncipe que de ella. Hemos perdido unos Juegos y hemos ganado un príncipe”. ¿Hemos perdido una princesa? Sólo el tiempo lo dirá. Por ahora, parece que el consenso general es que la Letizia que cumple 41 años tiene poco que ver con aquella otra de 30 que conocimos presentando un informativo.
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