´Ratón´, más allá de la muerte
El taxidermista José Manuel Ros presentará su reproducción del astado el próximo martes en Sueca - La recreación del temido toro visitará museos y peñas taurinas de toda España en los próximos años
´Ratón´, más allá de la muerte
Su nombre recorrió medio mundo gracias a sus agresivos pitonazos y voraz instinto en calles y plazas, convirtiéndose en un icono de los festejos taurinos de la Comunitat Valenciana. «Ratón» falleció el pasado 24 de marzo, pero su imagen aún pervive en la retina de muchos aficionados. Ahora, su leyenda perdurará más allá de la muerte y su imagen visitará museos y puntos de encuentro de toda España.
Y lo hará gracias al trabajo del taxidermista José Manuel Ros (Meliana, 1957), que durante los últimos cinco meses ha protagonizado interminables jornadas de trabajo para emular la imagen del afamado astado. Ayer, Levante-EMV visitó el taller que Ros regenta en la localidad de Rafelbunyol. Mientras atendía las visitas de grupos de aficionados que querían ver in situ la figura del temido cornúpeta, desgranó el procedimiento seguido en la que seguramente será su obra más admirada. «Ha sido el encargo con el que he sentido más presión. Al principio tenía muchas dudas, era un poco reacio por el posible estado de un animal ya mayor», reconoció ayer José Manuel Ros.
Y lo hará gracias al trabajo del taxidermista José Manuel Ros (Meliana, 1957), que durante los últimos cinco meses ha protagonizado interminables jornadas de trabajo para emular la imagen del afamado astado. Ayer, Levante-EMV visitó el taller que Ros regenta en la localidad de Rafelbunyol. Mientras atendía las visitas de grupos de aficionados que querían ver in situ la figura del temido cornúpeta, desgranó el procedimiento seguido en la que seguramente será su obra más admirada. «Ha sido el encargo con el que he sentido más presión. Al principio tenía muchas dudas, era un poco reacio por el posible estado de un animal ya mayor», reconoció ayer José Manuel Ros.
De hecho, el experto fue una de las primeras personas informadas del deceso del astado a finales de marzo: «estaba haciendo una paella y recibí una llamada de Gregorio de Jesús. Habíamos hablado en dos ocasiones de la posibilidad de hacer el trabajo. A las pocas horas ya estaba en la finca y por la noche „tras haber medido y desollado al animal„ comenzaba a trabajar con la piel en mi taller. Recuerdo que ese día no dormí, ya que cuando llegó la mañana siguiente aún estaba preocupado por preservar el material intacto. Era una gran responsabilidad».
La primera fase de los trabajos se centró en limpiar y remojar la epidermis. Luego Ros procedió al piquelado „preservación de los restos en un líquido especial para su posterior salado„, que fue seguido por el curtido de las piezas. Dada la categoría del encargo, el disecador decidió que los plazos temporales fueran mayores: «las prisas no son buenas compañeras en nuestro trabajo y era consciente de que este era un encargo de gran importancia, no quería que hubiera fallo alguno».
La primera fase de los trabajos se centró en limpiar y remojar la epidermis. Luego Ros procedió al piquelado „preservación de los restos en un líquido especial para su posterior salado„, que fue seguido por el curtido de las piezas. Dada la categoría del encargo, el disecador decidió que los plazos temporales fueran mayores: «las prisas no son buenas compañeras en nuestro trabajo y era consciente de que este era un encargo de gran importancia, no quería que hubiera fallo alguno».
Semanas después, tras el posterior secado del material, Jose Ros posó por primera vez la piel en el molde de poliuretano de la silueta de «Ratón» confeccionado de forma expresa: «había que mover la piel y le decía a mi hijo que lo hiciera él, yo no podía por los nervios. Cuando ví que no había ninguna peladura por fin descansé. En ese momento ya sabía que tenía frente a mí un trabajo bien hecho».
Ahora, meses después, la pieza descansa en el taller de Rafelbunyol, a la espera de ser trasladada.
Es una talla que destaca por su extraordinario realismo. La recreación de la temida res muestra a un animal de 1,60 metros de altura y 2,20 metros de longitud desde el morro a la penca „parte trasera del cuerpo de un toro„. Su cabeza, de 50 centímetros de extensión, está rematada por dos pequeños cuernos muy característicos. Su pelaje es negro y está cubierto con algunas manchas blancas. Sin duda alguna, lo que más impresiona es su gesto desafiante: mantiene la cabeza levantada y la mirada fija, como si escrutara todo lo que se mueve a su alrededor sin miedo alguno.
Es una talla que destaca por su extraordinario realismo. La recreación de la temida res muestra a un animal de 1,60 metros de altura y 2,20 metros de longitud desde el morro a la penca „parte trasera del cuerpo de un toro„. Su cabeza, de 50 centímetros de extensión, está rematada por dos pequeños cuernos muy característicos. Su pelaje es negro y está cubierto con algunas manchas blancas. Sin duda alguna, lo que más impresiona es su gesto desafiante: mantiene la cabeza levantada y la mirada fija, como si escrutara todo lo que se mueve a su alrededor sin miedo alguno.
La obra será presentada al público el próximo martes 3 de septiembre a las ocho de la tarde en el Ateneo del Socorro de Sueca, localidad natal de Gregorio de Jesús, el ganadero que crió a «Ratón». La intención del dueño de la figura es que la talla visite diversos museos y peñas taurinas de toda España „y quizá de fuera„ en los próximos años. De hecho, ya ha recibido ofertas de varias entidades.
Dos muertes y más de treinta cornadas graves ilustran su leyenda negra
«Ratón» nació el 12 de abril del 2000 y falleció el 24 de marzo de este año, convirtiéndose por méritos propios en el temido «rey de los bous al carrer». Su leyenda comenzó a forjarse en el 2004, cuando protagonizó un percance serio en Canals. Un año después paralizó Museros, al herir a dos personas en una intensa corrida.
«Ratón» nació el 12 de abril del 2000 y falleció el 24 de marzo de este año, convirtiéndose por méritos propios en el temido «rey de los bous al carrer». Su leyenda comenzó a forjarse en el 2004, cuando protagonizó un percance serio en Canals. Un año después paralizó Museros, al herir a dos personas en una intensa corrida.
Sin embargo, la fama de «asesino» le llegó en 2006, cuando mató a un hombre de 54 años de edad en el puerto de Sagunto. Protagonizó otra sobrecogedora cogida en Yátova, donde además se le atribuye de forma errónea una tercera víctima. De hecho, ese error llegó a crear cierta controversia. Las imágenes de una cogida en Valencia en 2008 „donde alcanzó a un corredor en el cuello„ causan furor en Internet. En agosto de 2011 volvió a segar una vida en la plaza de toros de Xàtiva, en una de sus últimas actuaciones. En círculos taurinos le otorgan cerca de treinta cornadas graves, lo que causó que su caché se multiplicara por doce „su dueño llegó a cobrar hasta 15.000 euros por aparición„ y llenara plazas. Cuenta la leyenda que su agresivo comportamiento se debió a que dos jóvenes lo encerraron en un pequeño y oscuro recinto cuando era un morlaco. Lo cierto es que pasará a la historia como uno de los toros callejeros más famosos y temidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario