martes, 15 de octubre de 2013

La sede de la Fundación Bancaja se convertirá en el Museo Sorolla de Valencia

La sede de la Fundación Bancaja se convertirá en el Museo Sorolla de Valencia

El edificio albergará más de cien obras procedentes del Ayuntamiento, la Diputación, la Generalitat y distintas colecciones privadas

    BARRACONES EN LA PLAYA de Joaquín Sorolla (Colección privada)

En las oficinas de información turística están cansados de explicar que en Valencia no existe un museo dedicado a Sorolla como tal. Hay centros que acogen su obra, pero no un edificio consagrado a él. Un elevado número de visitantes es lo primero que preguntan al llegar. Igual que en Amsterdam hay un museo Van Gogh, en Figueres uno de Dalí, o en Málaga el propio de Picasso, no dan crédito a que en esta ciudad no se haya fundado una pinacoteca en torno a su artista más universal.

Esta cuestión está a punto de resolverse. La sede de la Fundación Bancaja, en la plaza de Tetuán, se convertirá en el museo Sorolla de Valencia. El pintor de la luz, al fin, recibirá el tributo merecido en su tierra. Las delegaciones de Cultura de la Diputación y del Ayuntamiento han sido consultadas en las últimas semanas, según ha podido conocer LAS PROVINCIAS, para comprobar la disponibilidad de ambas instituciones a la hora de ceder las obras que atesoran de este autor, con el fin de que todo el material de Sorolla se exhiba en un mismo emplazamiento.
El tirón de Sorolla está más que probado. Uno de los acontecimientos culturales de los últimos años que mayor interés ha suscitado por parte de público y medios fue la exposición 'Visión de España', que albergó en Valencia precisamente la Fundación Bancaja. La muestra de los paneles que decoran la Hispanic Society de Nueva York fue contemplada por más de dos millones de personas en toda España tras pasar también por Sevilla, Málaga, Bilbao y Barcelona, batiendo récords en cada uno de los espacios a los que viajó. En mayo de 2009 formó parte de una antológica en el Prado, que se coronó como la más vista en la pinacoteca de la última década. Sorolla siempre reporta buenas cifras. El IVAM organizó en 1989 una antológica que originó filas interminables. La retrospectiva 'Sorolla en las colecciones valencianas', en 1997 en el Centro del Carmen, obtuvo idénticos resultados. En 2011 el San Pío V abrió una sala del artista, que provocó que las visitas al museo de Bellas Artes se duplicasen.
Ante estos resultados parecía ilógico que no se hubiese instaurado en Valencia un lugar de referencia, como sí lo tienen otros personajes ilustres como Mariano Benlliure, Blasco Ibáñez o Concha Márquez Piquer. Hubo algunos intentos anteriores, como el de convertir el convento de San Vicente de la Roqueta en sede del pintor, pero la oposición de los vicentinos a que el edificio se destinase a ese uso dio al traste con el proyecto.
Antes, se especuló sobre la opción de que el centro del Carmen se utilizase para este fin, pero la idea no fructificó. Tampoco se propició la conexión suficiente entre las administraciones, algo que es imprescindible para reunir el mayor número de obras posible.
Primeros contactos
Ahora las circunstancias son diferentes. Hay voluntad de todas las partes. El Ayuntamiento ya desempolvó hace unos días parte de su colección de arte contemporáneo (que estaba en despachos y almacenes) para dotar de una colección permanente al museo de la Ciudad, por lo que resulta probable su predisposición a ceder los dos sorollas que están en el Consistorio (uno de ellos es 'Mi familia') y los de la casa de Benlliure. De más fondos dispone la Diputación, alrededor de veinte, con títulos como 'Pescadoras valencianas', 'El padre Jofré protegiendo a un loco' o 'El Palleter declarando la guerra a Napoleón', algunos de ellos en despachos del Palau dels Scala.
Las obras propiedad de la Generalitat están depositadas en el San Pío V y conforman la sala Sorolla que el museo inauguró en 2011. En total hay 57 piezas, después de las últimas incorporaciones realizadas en noviembre del año pasado. En la pinacoteca están distribuidas en cuatro apartados temáticos: los inicios de Sorolla, su labor como retratista, su ambiente profesional e intelectual, y su familia y sus cuadros paisajísticos.
Por su parte, Bancaja cuenta en su colección con al menos quince lienzos del autor, como 'Triste Herencia', 'Retrato de una dama', 'Cabeza de niña con flores', 'Al agua', 'Retrato de Enriqueta del Castillo' o 'Barca', que también engrosarían el listado de reclamos de este nuevo centro cultural. La idea además es contactar con distintos coleccionistas privados para negociar el préstamo de sus lienzos. Para la creación del emplazamiento en el museo de Bellas Artes ya se contactó, por ejemplo, con la familia Lladró y así se logró la cesión de la obra 'Patio del Cabanyal', uno de los sorollas que guarda en su museo (otros son 'Labradora valenciana' y 'Huertano valenciano'). Al igual que ellos en la Comunitat un buen número de familias poseen piezas del autor. Gracias a estos coleccionistas anónimos fue posible que en la exposición que alojó el centro del Carmen en 1997 se luciesen óleos como 'Pescadores comiendo en la barca', 'Retrato de Julio Cruañes' o 'Rocas en el mar'.
Otra vía para proveer de fondos a la sede será entablar acuerdos con centros de arte como el museo Sorolla de Madrid o el del Prado, que para la sala del San Pío V cedió por cinco años 'El niño Jaime García Banús'.
De este modo además se asegura la continuidad de la Fundación Bancaja, cuya actividad ha sido prácticamente nula en los últimos meses ante la falta de presupuesto para acometer actividades.
El objetivo final del proyecto es además poner en marcha un reclamo turístico más para la ciudad y agitar la actividad cultural valenciana, con un coste mínimo.

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