MOTOGP Le valió un tercer puesto en Valencia para su coronación
Márquez, campeón del mundo en Valencia
Con 20 años se convierte en el campeón más joven de la categoría reina
Sólo Kenny Roberts hace 35 años logró ser campeón de la gran cilindrada en su estreno
Jorge Lorenzo dominó la carrera mientras Marc controló siempre en posición de podio
Marc Márquez celebra su título en Valencia. JOSE JORDAN AFP
El mundo a los pies de Marc Márquez, el niño de la sonrisa permanente, el campeón del mundo de MotoGP más joven de la historia, el dueño del porvenir. En Cheste culminó su opera prima, el título en su año de debut, algo que sólo consiguió Kenny Roberts hace 35 años. Lo logró, con un tercer puesto, a pesar de Jorge Lorenzo, el dignísimo rival que, con sus tres victorias consecutivas en este final de temporada, ha engrandecido aún más un campeonato de leyenda.Dos pilotos, dos españoles, frente a la historia, ya sin red, sin más oportunidades, con 104.000 gargantas en las tribunas y millones ante la pantalla aguardando acontecimientos. El campeón contra el aspirante, el veterano frente al novato, la lógica ante el improbable. No pudo ser mejor el desenlace, con una carrera electrizante en la que Lorenzo, ganador, hizo todo lo que pudo para impedir lo inevitable, la coronación de un Márquez imperial.
Ya no había palabras ni ensayos, ya el pasado no importaba. Se desató la tormenta y no defraudó. Fue una primera parte de carrera inolvidable, una obra de arte de la emoción, del riesgo, de la valentía y la temeridad. Lorenzo, que había avisado que su única táctica era la de siempre, escaparse, evidentemente no lo hizo. Bailó sobre un alambre, ralentizando la carrera, aguantando y devolviendo los ataques de Pedrosa, que se coló en la fiesta por obligación.
Lorenzo toma la cabeza
Fue un inicio de traca, brutal. El balear, como acostumbra este año, tomó la cabeza en la salida. Otra vez de poco le sirvió la pole a Márquez, que sigue sin afinar las salidas, su asignatura pendiente. Rápido se iba a desatar la batalla, pero entre Lorenzo y Pedrosa, que revivieron duelos pasados. En las primeras dos vueltas se repitió el guion. El de Honda pasaba a la cabeza en la recta y en la primera curva se la devolvía el bicampeón.
Pero Lorenzo se empeñó en montar un autobús y para eso 'cometía' errores a propósito, frenaba tarde, hacía trazadas insólitas. Jugueteaba con el riesgo y consiguió mantener un grupo, su única posibilidad de gloria, de que Márquez acabara más allá del cuarto. Pero claro, a Pedrosa eso no le valía.
Cada ataque del 26 era respondido por Lorenzo, sin importarle nada. Enseñaba las garras, tomaba la cabeza y volvía a frenar. Escalofriante. Así un puñado de veces hasta que saltaron chispas. En la novena vuelta, Lorenzo arremetió contra Pedrosa, se tocaron y a punto estuvieron ambos de irse al suelo. En ese instante, Márquez, siempre tercero a la expectativa, tomó la cabeza.
Del incidente el peor parado fue Dani, que se retrasó hasta la quinta plaza. Lorenzo perdió menos y al cabo se fue de nuevo a por el liderato. Y, por un momento, Márquez entró al trapo. Fue sólo una vez, pero las dos pasadas entre el campeón y el aspirante fueron tremendas.
Márquez, tranquilo en la segunda plaza
Y, en ese instante, a falta todavía de 17 vueltas, el panorama al fin se aclaró para Marc. Cesó la tormenta Lorenzo, al que esta vez sí dejó marchar. Él se mantuvo tranquilo en la segunda plaza, porque ya estaban más lejos Bautista y Rossi, que al comienzo ni siquiera se atrevieron a atacar al rookie (tampoco Crutchlow, que había caído en la vuelta nueve).
La prueba se congeló. Lorenzo, consciente de que ya no podía volver a formar grupo, optó, ahora sí, por marcharse a por el triunfo. Márquez se relajó y Pedrosa, de vuelta, le escudó. Ya sólo era aguantar para el de Cervera, no cometer errores, volar entre sueños a por el título.
Pilotó a la perfección Marc, paladeando lo que estaba por venir, imaginando la celebración. Incluso cuando Pedrosa remontó le dejó pasar, pues el tercero también le valía. Así hasta el final, otra vez los tres españoles en cabeza, protagonizando un Mundial que no se olvidará jamás, aquel en el que irrumpió un niño sonriente y rebelde para poner todos patas arriba con un talento al que no se la atisba fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario