Lo contó ante el juez como una «anécdota», pero en realidad puso palabras a al modus operandi con el que desde RTVV se llevó todo lo relacionado con la visita del Papa a Valencia en 2006. Una de las auxiliares administrativas del departamento económico de la televisión pública valenciana aseguró ante el juez, el pasado enero, que una de sus superiores le pidió que «escondiera en un cajón la solicitud de gasto» correspondiente a las pantallas que se instalaron para la visita del Pontífice «por ser escandalosa». Según detalló la testigo en su declaración ante el juez José Ceres, que instruye la causa de la financiación en la que se incluye la pieza del Papa, nunca había pasado por sus manos una 'despesa' de tal magnitud, por lo que recuerda que todos sus compañeros en el departamento se escandalizaron con el gasto.
«Eso guárdatelo, ten cuidado con y no lo dejes a la vista encima de la mesa», le dijo una de sus superioras en el departamento económico en referencia a los contratos de RTVV con la empresa Teconsa (que actuó como pantalla de las compañías de la trama Gürtel). En concreto, la responsable de presupuestos. Reconoce que en su sección «se escandalizaron» con la cuantía del gasto. De hecho, concretó que «cuando llegó la factura de las pantallas lo sabíamos todos y comentamos que era un escándalo». La auxiliar administrativa tenía entre sus funciones la de recibir las solicitudes de gasto, datarlas y ponerles fecha, registrarlas en el sistema y subirlas hasta la octava planta del centro de producción de RTVV en Burjassot para que el director general, Pedro García, las firmara. Después, con esa aprobación, se introducían en el sistema contable como gasto aprobado. En concreto, en solicitud de gasto('despesa' en el argot de TVV)número 62602 surgió la sospecha.
Según relató al juez, la responsable presupuestaria le pidió discreción con ese documento. Una factura que, además, resultó manipulada, como la propia testigo vino a corroborar en el interrogatorio. En concreto, ella tenía que ponerle número de documento y la fecha en que había sido aceptada, pero como reconoció ante el juez, los números que aparecen en ella no están escritos con su letra. Además, la solicitud de gasto excedía el importe autorizado, por lo que el sistema informático avisó automáticamente del sobrecoste.
«Puede ser que yo cambiara alguna fecha. Si me hubieran dicho que la hubiera cambiado, lo habría hecho, porque me lo ordenaban los superiores», reconoció ante Ceres. «Si yo hacía cualquier cosa era porque me lo decía el director del departamento o su segunda», vino a explicar. De hecho, aunque aseguró que los números no eran de su letra, sí lo era su usuario informático, y reconoció los cuños y el número de registro de la factura, según se desprende del vídeo de su testimonio, durante la fase en la que parte de la causa fue declarada secreta a raíz de la declaración de un testigo.
Otra de las personas que el magistrado que instruye la causa ha vuelta a llamar para prestar declaración como testigo (ya lo hizo en la Audiencia Nacional antes de que la investigación recalara en el TSJ valenciano) es el administrador de Impacto Producciones. La empresa que dirige, actualmente en proceso concursal, fue una de las subcontratadas por Teconsa (la ganadora del concurso de las pantallas y el sonido del evento). «Pablo Crespo me llamó porque lo de la visita del Papa ya estaba pululando para pedirme un presupuesto de pantallas». «Era vox populi en nuestro sector», aseguró.
Ya en marzo (dos meses antes de la adjudicación) Crespo le concretó el número de pantallas (entre 40 y 45), pero empezó a «apretar» para que se ajustaran los precios. Reconoce que, preocupado porque en mayo «un evento así aún no estaba cerrado», volvió a contactar con Crespo y éste le dijo que Special Events no podía presentarse al concurso del Papa y, para que Impacto producciones no perdiera el contrato, los puso en contacto con Teconsa.
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