ZONA ROSA
Telma Ortiz y Jaime del Burgo, las razones de un divorcio anunciado
Los rumores de separación les acompañaron desde el principio de su matrimonio
Cuando él la visitaba en Barcelona, prefería quedarse en un hotel
Con empresas en Suiza, Luxemburgo y Reino Unido, Del Burgo ha optado por desaparecer
No andaban bien las cosas últimamente entre Telma Ortiz y Jaime del Burgo, una pareja siempre al borde de la ruptura. Hasta que este miércoles, '¡Hola!' confirmaba el final tantas veces anunciado.
El pasado 28 de marzo, Telma y su marido otorgaban poderes en la notaría de Eduardo Bautista, en Barcelona, para que se tramitara ante los tribunales el fin de su matrimonio.
La petición formal de divorcio se hizo poco después en el Juzgado de Familia número 18 de Barcelona. La demanda fue interpuesta por Jaime del Burgo con el total acuerdo de Telma y la suscribe como abogado Jaime Ignacio del Burgo, ex presidente del Parlamento navarro y padre de Jaime, algo que deja el tema en familia.
El abogado que lleva el divorcio es el padre del empresario y ex presidente de Navarra
La magistrada del Juzgado 18 es diligente y rápida. Una vez que estudie el caso, convocará a las partes para que ratifiquen la demanda. Los dos están de acuerdo en terminar su corta vida en común de forma amistosa. No hay reproches y ninguno le pide nada al otro. En menos de un mes tendrán la sentencia y serán solteros de nuevo.
Es el fin de un matrimonio que ha durado menos de dos años, viviendo cada uno en ciudades distintas y lejanas, aunque es cierto que lo han intentado hasta el final, seguramente sin demasiado empeño.
Viajes para intentar reconducir la situación
En el puente de la Constitución del pasado diciembre, viajaron juntos a México para unas vacaciones románticas. Y en Navidad llevaron a Amanda (la hija que tuvo Telma con Enrique Martín Llope) a Laponia para conocer el país de Papá Noel. Sin embargo, cada uno vivía su vida y la situación se hizo insostenible cuando Telma se negó a dejar Barcelona para vivir en Londres y Ginebra, donde reside su marido.
Telma y del Burgo se habían casado en la más estricta intimidad, el 13 de mayo de 2012 en el monasterio navarro de Leyre. Dos meses más tarde festejaban el enlace con toda la familia, incluidos los Príncipes de Asturias en La Posta Vecchia, un exclusivo hotel en la costa tirrena a 35 kilómetros de Roma. Del Burgo reservó todo el hotel para la fiesta nupcial pero no pudo impedir que se filtraran algunas fotos donde se veía a Telma con su traje de novia rojo, aseguran que en homenaje a San Fermín, el día de su fiesta grande.
Telma dejó su trabajo en el Ayuntamiento de Barcelona para marcharse con él a Nueva York
Fue Letizia quien presentó a Telma a su amigo el abogado y empresario navarro, testigo de la novia en la boda de los Príncipes,pero nada se supo del noviazgo hasta que '¡Hola!' publicó las fotos de Telma y Jaime en la exclusiva estación de esquí de Aspen, en Colorado.
El interés mediático que despertó la relación llegó a ser agobiante y Del Burgo pretendió demandar a las revistas del corazón por intromisión en su intimidad o informaciones falsas, con la esperanza de que al irse a vivir fuera de España les dejaran en paz.
Los planes inmediatos de los recién casados eran instalarse en Nueva York con Amanda, así que Telma se despidió a finales de julio de 2012 de su trabajo como subdirectora general de Relaciones Internacionales en el Ayuntamiento de Barcelona, dejó su piso en el elegante barrio de Pedralbes y dijo adiós al colegio de St Peter's School, en el que estudiaba su hija.
Sorpresa: Telma estaba de vuelta
Pero para sorpresa de todos, el primer día de clase de septiembre, Telma Ortiz estaba de nuevo a la puerta del colegio esperando la salida de la niña.
Había regresado a Barcelona, de donde quizá no se había ido nunca, aunque ya no tenía casa, ni trabajo, mientras su marido seguía con sus negocios lejos de España.
Aquel otoño de 2012, la prensa rosa aventuraba el fin del matrimonio pero Del Burgo lo desmentía desde Ginebra a LOC: «Somos muy felices y pensamos tener muchos hijos. Por el momento retrasamos el traslado a Nueva York por el bien de la niña. Yo iré mucho a Barcelona, mi esposa vendrá a verme donde esté y el año que viene todo estará en su sitio».
Enrique Martín Llop no puso nunca problemas con hija Amanda
De forma velada, Jaime del Burgo culpaba a Enrique Martín Llop, el padre de Amanda, de que la niña no saliera de España. Una acusación que no respondía a la verdad, porque Enrique Martín Llop no sólo no se opuso a que su hija se trasladara a Nueva York, sino que fue muy comprensivo y generoso.
El 8 de junio de 2012, un mes antes de la boda de Telma, había renunciado ante el Juzgado de Familia número 14 de Barcelona a la custodia compartida de Amanda, autorizando su marcha a Estados Unidos.
Tres meses después, el 25 de septiembre, la jueza emitía sentencia de conformidad a la petición de los padres. Todo quedaba fijado, desde el colegio de la niña en Manhattan hasta un régimen flexible para los encuentros entre padre e hija.
No ha sido Martín Llop el principal obstáculo para el matrimonio de Telma y Jaime del Burgo. En sus casi tres años juntos, ha habido más diferencias que armonía. Su relación ha sido complicada, llena de altibajos y peculiar.
Telma quería volver al Ayuntamiento
Cuando Jaime visitaba a su mujer en Barcelona, se alojaba siempre en el hotel Arts y Telma se quedaba en su casa. Hace tres meses LOC desvelaba que Telma había sido vista en el Ayuntamiento de Barcelona intentando recuperar su anterior puesto de trabajo, aunque su regreso no estaba bien visto. «No creo que el alcalde se arriesgue a readmitirla otra vez a dedo, a un año y medio de las elecciones», explicaba a LOC una funcionaria del Ayuntamiento.
Parece que la hermana de Letizia ya ha encontrado trabajo. Este miércoles, después de la publicación en '¡Hola!' de su divorcio, Telma llegaba temprano a la estación del AVE en Barcelona, acompañada de unos señores con aspecto de empresarios.
Yolanda, su mejor amiga en la ciudad, fue quien llevó y recogió ese día en el colegio a la pequeña Amanda y quien invitó a Telma a su casa para esquivar a los reporteros que hacen guardia en su piso de Sarriá, un barrio al norte de la ciudad.
La vida de Telma Ortiz ha cambiado mucho desde su llegada a Barcelona, cuando vivía con Martín Llop en un pequeño apartamento del barrio antiguo.
'Tenía una relación imposible con su marido', aseguran
Después entró en el Ayuntamiento y empezó a viajar a sitios lejanos, como la Exposición Universal en China, donde Barcelona tenía su propio pabellón.
En muchas ocasiones acompañaba a su jefe, Ignasi Cardelús, al que llamaban Marco Polo en el Ayuntamiento por sus desplazamientos tan exóticos como frecuentes. Aquellos viajes provocaron rumores de que había algo entre ellos más que profesional, aunque se trataba de chismes sin fundamento.
«Telma es difícil de enamorar y de retener, tiene un carácter complicado y distante», comenta una antigua colega. «Tenía una relación imposible con su marido. Ha terminado lo que nunca debió empezar».
Jaime del Burgo
La vida de Jaime del Burgo también ha cambiado ostensiblemente. Hubo un tiempo en el que el empresario, de 43 años, se definía como «una fuerza creativa». Exhibía sin complejos sus inventos y proyectos en la página web de su empresa, Jedifund. Jaime del Burgo retratado supervisando un proceso de producción, Del Burgo con unos sofisticados planos, Jaime hablando de las múltiples ocupaciones de Jedifund: el diseño de barcos, las energías renovables, las casas prefabricadas y la venta de ingenios electrónicos, como «robots especializados para distintos procesos de fabricación».
Hubo un tiempo en que el multidisciplinar Jaime del Burgo anunciaba que iba a realizar ésta o aquella película, que estaba escribiendo una novela, una obra de teatro, que iba a producir un musical, y todo eso mientras convertía Jedifund en una especie de banco online y se dedicaba a las casas prefabricadas. Eso era antes. Ahora, la web de Jedifund está en suspenso y luce un extraño work in progress. Del relumbrón de las fotos no queda ni el eco. La sombra de Del Burgo ha reptado hasta la oscuridad. El miércoles, una revista pontificaba los susurros sobre la separación de Telma Ortiz y Del Burgo. Una ruptura que muchos sitúan tan solo unos meses después de casarse y que, sin embargo, se han empeñado en negar hasta ahora bajo amenaza de demandas a diestro y siniestro. El abogado de Del Burgo confirma a LOC que ninguna de esas demandas llegó a materializarse, «se tomó la decisión de no seguir adelante con esos temas», explica escueto.
El abogado de Del Burgo confirma que no demandaron a ningún medio
Del Burgo ha decidido desaparecer del panorama mediático español, aunque quizá nunca ha estado más presente. En este tiempo, el empresario ha fundado empresas por media Europa y ha tendido puentes con Arabia Saudí. Si Jedifund está localizada en Luxemburgo, en Reino Unido tiene dos empresas (Arabian Horses Production Limited y Belle Albion Limited), y en Suiza registró hace menos de un año Welhome SA.
Genthod es una pequeña y pintoresca localidad situada a siete kilómetros de Ginebra. Hasta el pasado mes de noviembre, Welhome SA, dedicada «al desarrollo, la producción, la manufactura, la instalación y el marketing de materiales de construcción» y a los negocios inmobiliarios en general, estaba radicada en la Rue Village de ese pueblo. Pero a finales del año pasado Del Burgo se trasladó a Ginebra, no muy lejos, por cierto, de la residencia de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
Amante de Londres
El cantón suizo se ha convertido en su base de operaciones,aunque sigue compaginándolo con algunos viajes a Londres, ciudad de la que es amante. El empresario se mudó a la capital británica hace una década, tras varios fiascos empresariales en España. Londres ha sido también el escenario de otro de sus múltiples negocios 'interruptus', la producción del musical 'El último jinete', de Andrés Vicente Gómez. La producción debía haberse estrenado en «febrero o marzo», previsiblemente en el Vaudeville Theatre, en pleno Strand londinense. Iba a ser «el primer musical totalmente original de gran formato en representarse en Londres en los últimos quince años». El presupuesto, de 14 millones de euros, salía de los bolsillos del gobierno de Arabia Saudí -ávido de buena publicidad tras la primavera árabe- y de los de Jaime del Burgo. Andrés Vicente Gómez y Del Burgo llegaron a un acuerdo en Ginebra para desarrollar diversos proyectos de cine, teatro y televisión. Entre otros, la película Creta, que se iba a rodar en Londres con Mónica Bellucci y Vincent Cassel en los papeles estelares, y dos series de televisión coproducidas con la Saudi Broadcasting Corp (la empresa estatal saudí de televisión).
«Al final no llegamos a nada. Pese a que firmamos un trato, a los pocos días lo deshicimos porque no llegamos a un total acuerdo, así que mi relación empresarial con Del Burgo quedó en nada», se lamenta Andrés Vicente Gómez a este suplemento, para luego asegurar que la ruptura se desarrolló «de forma amistosa».
«Un tigre blanco»
«Nunca he conocido a nadie que hable con tanta autoridad de todos los temas, ni que se venda mejor. Desde luego es una persona muy inteligente. Es un ser que yo sólo definiría como 'único'», explica una persona que le conoció hace unos años. Esta fuente afirma que la fortuna inicial de Del Burgo proviene «del negocio de las casas prefabricadas». «Llegaba a acuerdos con países como Sudáfrica o México para construir microviviendas. A él le costaba 1.000 euros producirlas, pero las cobraba a 3.000».Siempre llamaba la atención, «era como un tigre blanco en el zoo», y sin embargo, hasta la boda con Telma Ortiz nadie había reparado enel mejor amigo de la Princesa de Asturias.
Había anunciado que el 23 de abril publicaría 'Malamor', su primera novela, 'la historia de una obsesión'
Jaime Arturo del Burgo Azpíroz, hijo del ex presidente de Navarra Jaime Ignacio del Burgo y abogado de formación, fue uno de los testigos en la boda de Letizia con el Príncipe. «La Princesa no se fía de nadie más que de su madre y de Jaime del Burgo», aseguran. Se conocen desde los tiempos en que Letizia trabajaba para el canal económico Bloomberg y siempre han mantenido una férrea amistad. Del Burgo supervisó las capitulaciones matrimoniales que firmó Letizia antes de casarse, ha asesorado a la pareja en temas económicos, y es de los pocos que está al tanto de su día a día. No es previsible que la situación cambie a pesar del divorcio con Telma.
Esa amistad pertenece ya a la esfera privada de la Princesa, dada la oscuridad que rodea ahora todos los movimientos de este moderno valido. Se desconoce si, como avisó reiteradamente en los tiempos en que era menos reacio a los medios, el 23 de abril se publicará 'Malamor', una novela en la que, según propia confesión, lleva diez años trabajando y relata «la historia de una obsesión».
Quizá decida aparcarla para evitar el oportunismo, como le ha ocurrido con otros tantos proyectos culturales nunca alumbrados. Del Burgo se autoeditó hace unos meses una obra de teatro, 'The hammock', escrita en inglés, de la que sólo se ha podido ver la portada. Es prácticamente inencontrable y no está a la venta. Hace dos años, al tiempo que se conocía su matrimonio con Telma Ortiz,anunciaba que iba a producir una película, 'The thief in the night'. Tampoco vio la luz. «Es muy listo. En los negocios le gusta el riesgo y vender mucho la moto, pero luego sólo se mete en lo que de verdad le va a dar dinero. Su negocio de verdad son los pretensados industriales de hormigón, las casas prefabricadas», explica un compañero de travesías empresariales.
El único rastro de Jaime del Burgo se encuentra en su web personal, que nada tiene ya que ver con aquel despliegue de Jedifund. Ya sólo hay una foto, un primer plano en el que Del Burgo mira de frente al curioso. Como mandando algún tipo de mensaje electrónico.
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