Rafa Nadal, número uno del mundo y defensor del título de Roland Garros, logró la clasificación para tercera ronda al derrotar al austríaco Dominic Thiem por 6-2, 6-2, 6-3 en 2 horas y 5 minutos. Pese a la contundencia del marcador, Nadal mostró algunas lagunas ante un prometedor jugador, de 20 años, llamado a grandes cosas en el circuito internacional, pero al que faltó la experiencia y solidez necesarias para inquietar a la mejor raqueta del momento: "Creo que he hecho todo lo que tenía que hacer contra un rival complicado. He contrarrestado sus ataques, le he hecho saber que tenía que atacar siempre una vez más. Lo más positivo ha sido el partido en general, un partido bastante completo en el que conseguí una estabilidad a nivel tenístico y general. Cometí pocos errores. Respondí bien en todo momento".

En el primer set, Nadal cedió en una ocasión su saque, al igual que en el tercero, donde estuvo varios minutos por debajo en el marcador, antes de recuperar la iniciativa y acabar cerrando el duelo. "Es, con toda seguridad, una futura estrella, lo hace todo bien, tiene golpes muy fuertes y juega muy bien desde el fondo de la pista", aseguró el mallorquín, que persigue levantar la novena Copa de Mosqueteros.

En el primer contacto de Nadal con la pista central de Roland Garros, escenario de sus mayores logros, el español, que había debutado en la segunda cancha más importante del estadio, afirmó que había tenido buenas sensaciones. "Para mí siempre es un honor regresar a esta pista. Esta victoria es importante porque Dominic es un rival muy duro y porque noto que mi tenis mejora partido a partido", señaló.

Nadal tuvo algún problema más que en su debut ante el estadounidense Robby Ginepri, cuando apenas encontró resistencia. Frente a Thiem debió elevar el nivel, aunque la juventud e inexperiencia de su rival, que disputaba el cuarto partido a cinco sets de su carrera, ayudó a controlar la situación. El español sumó así su triunfo número 60 en el Grand Slam de tierra batida,igualando el récord logrado la víspera por el suizo Roger Federer, que se convirtió en el primer tenista en sumar esos triunfos en todos los grandes. Nadal se enfrentará por un puesto en octavos de final a Leonardo Mayer, que derrotó a Teymuraz Gabashvili.  El mallorquín destacó la dificultad de batir a Mayer, “un rival con mucha potencia, tanto en el saque, como en el revés y la derecha. Tiene fuerza, la pelota le corre muchísimo, le conozco muy bien. Tienes que estar preparado para aguantar, moverle porque aguanta muy bien”.