lunes, 2 de junio de 2014

EL TURISMO HUYE DE LA VIOLENCIA DE BARCELONA

POLÍTICA  El nacionalismo prueba su propia medicina
EL TURISMO HUYE DE LA VIOLENCIA DE BARCELONA

-La violencia generada en Can Vies se vuelve contra el gobierno nacionalista

-La inoperancia e ineficacia del Gobierno de Más pone en peligro el turismo de la capital catalana

-"BARCELONA, CIUDAD VIOLENTA" pone en guardia a la hostelería y turismo catalán




El nacionalismo sientas sus bases en la falacia de que todo hay que someterlo a la soberanía popular. El problema surge en la determinación del ámbito y lítimites de lo que es la "soberanía popular". ¿Donde empieza y donde acaba?
Según el nacionalismo o "soberanismo" catalanista la soberanía no es algo que sea propio del conjunto de la ciudadania española. Para el independentismo, soberanía es algo fraccionable y atomizable. Sobre esa  base, las regiones serían también soberanas en sí mismas, y no la Nación española, lo que conculcaría el artículo 1 de la Constitución.
Las provincias y los pueblos ¿tambien podrían ser soberanos?... ¿Y un barrio?... Los del movimiento "Okupa" de Can Vies piensan que ellos -como el nacionalismo catalanista- están por encima de la Constitución y de la ley y que no hay ley más que la que arde. Y con su propia ley "de la calle" han desafiado al Govern de la Generalitat que no ha tenido agallas para hacer cumplin el ordenamiento jurídico que garantice la paz y los derechos ciudadanos. En chantaje nacionalista bebe su propia medicina.
PELIGRA "LA PELA"
Representantes de las Federaciones y Asociaciones de comerciantes, hoteleros y demás gremios del trurismo han levantado la voz de alarma y piden a Trias, alcalde de Barcelona, que se cumpla la ley. La llamada a la ley, la que se le exige al gobierno regional por parte de las instituciones de la nación para defender la integridad territorial del estado, ahora  es el argumento de la sociedad catalana que ve peligrar el gran negocio del turismo que genera la capital catalana, asolada por la violencia del movimiento de izquierda radical y antisistema que tiene en jaque a los mossos d´esquadra, la policía catalana, que se muestra incapaz de contener la revuelta.
Tras la demolición parcial del edificio de Can Vies, propiedad del Ayuntamiento y que lleva años ocupado por la sección más violenta y radical del izquierdismo catalán, Xavier Trías, alcalde nacionalista de Barcelona, ha hecho marcha atrás y paralizado las obras lo que, lejos de propiciar un clima de diálogo, ha dado alas a los radicales que ya campan a sus anchas y han comenzado la construcción y rehabilitación del eficio en su parte demolida.
BARCELONA, "CIUDAD VIOLENTA Y SIN LEY"
Con el asunto "Can Vies" Barcelona muestra las debilidades y complejos del nacionalismo gobernante.  La falta de convicción en el estado de derecho, en la supremacia de laley, en el principio de legalidad y en el respeto a las instituciones de las que tanto ha hecho gala el nacionalismo catalanista, se vuelve con efecto "boomerang" contra sus propios doctrinarios "soberanistas" que no son capaces de defender ni minimamente una ley que les proteja.
Trias "amenaza" con exigir su cumplimiento, algo que, oído al personaje nacionalista, llega con la especial sordina de la peculiar voz de un alcalde que no es capaz de hacerse creer y respetar.




1 comentario:

  1. es una pena la política que tenemos una decisión en el momento justo hubiera terminado con todo pero estos políticos pecan de prepotentes

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