Cristina Seguí: “El sitio más raro donde lo he hecho es un avión”
La llaman la musa de la formación derechista Vox y posa para nosotros dentro de un ascensor en plan ‘femme fatale’: “Estoy en paro y nunca votaría a Podemos”.

Verano es…
El verano… Nunca he limitado ni programado mi vida en base a estaciones ni a momentos. Me suele fastidiar bastante el parón que hay en julio y agosto, no me gusta. Más allá de eso, quizás el verano sí que significa, por cuestiones naturales, energía, luz, estar más en la calle.
¿Liga más en verano?
No me creerá porque la gente tiende a etiquetarte por cómo eres físicamente, pero nunca me he preocupado demasiado en ligar. De hecho, esa parte en mi vida está actualmente completa y no busco nada.
Atesora una buena colección de ‘selfies’ sexis , tenga cuidado y acuérdese de Olvido Hormigos…
(Carcajadas). Yo no haría ciertas cosas que Olvido Hormigos ha hecho, o por lo menos las mantendría en la intimidad. Vamos a ver, Vox nació hace seis meses, y yo, hace 36 años. No soy perfecta, ni me tengo que justificar sobre lo que hace cualquiera por el hecho de ser político. Me equivoco, me enfado, cometo injusticias, tengo mi parte hedonista, mi parte más profunda, la altruista… Me hago ‘selfies’ como se los hace cualquier mujer u hombre. Algunas veces me los hago para divertirme, otras para amigos o amigas, sin más.
Las tribulaciones de Cristina Seguí, la cara bonita de Vox
Una entrevista en «Interviú» desata una fuerte polémica entre la militante y el presidente del partido conservador
¿Se lucró a costa del partido el presidente provisional de Vox, José Luis González Quirós? Lo dice una mujer que se desvive porque la formación, nutrida de exmilitantes del PP y que no logró representación en las pasadas elecciones europeas, consiga más relevancia y más poder: Cristina Seguí.
La aparición de Seguí este lunes en una entrevista algo subida de tono en la revista Interviú provocó las críticas de varios miembros de su partido. Pero ella contraatacó desvelando supuestas prácticas irregulares en la dirección de su partido.
La militante valenciana protagonizó una entrevista sin «destape», en la que habló sobre su lado más personal e íntimo, y por supuesto, sobre sus temas clave: «corrupción, aborto y el peligroso y falaz programa de Podemos»,como señala en su blog. A pesar de «arriesgar mi propia seguridad en el partido, en mi vida pública y privada, mi imagen y someterme a los brutales juicios de valor a los que estoy siendo sometida, con tal de que VOX saliera en un medio de importante tirada», justifica.
Sin embargo, según la propia Cristina Seguí, la periodista de la revista decidió llamarla por teléfono para ampliar la entrevista una vez hecha, ya que enInterviú «no se consideraba lo suficientemente atractiva». Las preguntas, muy al estilo de la revista fueron: «¿Cuál ha sido el lugar más extraño donde lo has hecho? o ¿cuál fue tu primera experiencia sexual?». La primera sirvió para crear el titular: «El sitio más raro donde lo he hecho es en un avión». Pero lo que de verdad ofendió a la militante perteneciente al Comité Ejecutivo Nacional de Vox fue la calificación de «musa de la derecha radical».
Ante los insultos que recibió a través de las redes sociales y de la intranet de la página del partido, Cristina Seguí asegura que piden «mi cabeza al Comité Ejecutivo Nacional y dirigentes del partido alegando que no soy digna de representar a ningún afiliado ni votante en el cargo». Sin embargo, la dirigente de Voz, leal al secretario general de su partido Santiago Abascal, acusa al presidente provisional de Vox, José Luis González Quirós, de organizar «maniobras de destrucción de su propio partido mientras lo dilapida facturando 11.670,50 €/mes a través de su empresa y la de su hijo; Mind and Matters», y añade que «ahí radica la ejemplaridad que deberían ofrecer sus miembros y dirigentes, yo ya he puesto mi cargo a disposición del partido».
Según declaraciones de Seguí a El Mundotras la polémica, Quirós ha facturado más de 58.000 euros a Vox en cinco meses y la dirigente del partido asegura que existen miembros del partido que están haciendo presión, controlando todos los movimientos. Según informó Seguí a El Mundo este «grupo de poder» serían el presidente en funciones Quirós y el anterior dirigente Vidal Quadras, que abandonó su puesto tras las elecciones de mayo cuando Vox no consiguió ningún escaño.
Seguí exige trasparencia dentro del partido, ya que señala que desde hace ocho meses que pertenece al partido no ha cobrado «ni un euro», «así como tampoco lo cobré de la revista Interviu a pesar de clara oferta», matizó en su blog personal. A pesar de que Cristina Seguí pidió explicaciones al partido del dinero cobrado por el presidente en funciones, alega que el objetivo de algunos «grupúsculos» es el de «destruir cualquier posibilidad de nuestro secretario general a concurrir como candidato a unas elecciones democráticas el próximo 20S», refiriéndose a la candidatura de Santiago Abascal en las próximas municipales.
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