lunes, 22 de abril de 2013

Fútbol a mordiscos


PREMIER | Liverpool 2 - Chelsea 2

La doble dentellada de Luis Suárez

  • El uruguayo muerde a Ivanovic y luego anota el gol del empate en el 96
  • En noviembre de 2010 ya protagonizó un incidente similar con el Ajax
  • Gran recibimiento para Benítez, de regreso a Anfield tres años después
Un mordisco en el brazo de Branislav Ivanovic y otro, esta vez legal y a la red, en el minuto 96. Luis Suárez fue de nuevo el gran protagonista del Liverpool, que arrancó un empate en el último instante ante el Chelsea. Precisamente la tarde del regreso de Rafa Benítez a Anfield, siempre cariñoso con quien fue su gran ídolo entre 2004 y 2010. 
El cabezazo del delantero uruguayo, asistidido desde la derecha por Daniel Sturridge, sorprendió a Petr Cech, demasiado lento en la reacción. Era el sexto minuto del descuento decretado por Kevin Friend, un golpe muy duro en la moral del Chelsea, que con este tropiezo cae al cuarto puesto de la tabla.

Silencio del árbitro

De este modo, Suárez se consolida como máximo anotador de la Premier, con 23 goles en 33 partidos, dos más que Robin van Persie, que el lunes puede aumentar su cuenta en Old Trafford ante el Aston Villa. Sin embargo, el último incidente alimenta también su leyenda negra en Inglaterra, donde ya ha sufrido varias sanciones.
La acción se produjo en el arranque del segundo tiempo, apenas unos minutos después de cometer un claro penalti con la mano que significó el 1-2 para los 'blues'. Ivanovic se quejó amargamente al árbitro, que no castigó el incidente, ni lo reflejó en el acta.
Curiosamente, no es la primera vez que Suárez protagoniza un incidente similar. En noviembre de 2010, durante su etapa en el Ajax, fue castigado con siete partidos por morder a Otman Bakkal, centrocampista del PSV Eindhoven. Tres años antes, también en Amsterdam, tuvo una sonada pelea en el vestuario con su compañero Albert Luque.

El precedente de Defoe

El fichaje por el Liverpool, en enero de 2011, tampoco sirvió para ablandar su volcánico carácter. Desde entonces ha sufrido varios castigos, aunque el más grave tuvo lugar en octubre de 2011, cuando la Football Association (FA) le suspendió durante ocho partidos tras sus insultos de carácter racista a Patrice Evra.
En octubre de 2006 no fue Suárez, sino Jermain Defoe quien propinó un mordisco a Javier Mascherano en el hombro durante un Tottenham-West Ham. Entonces, Steve Bennett, juez de la contienda, sí que amonestó con una amarilla al internacional inglés, por lo que la FA no tomó medidas posteriores

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