Politica/ Parece que ha nacido un nuevo “lobista” en el valencianismo, y su
nombre es Hector González. Desde el minúsculo espacio de respiro que le han
dejado en el diario ABC, intenta convertirse en la cabeza pensante de un
valencianismo dividido y enfrentado, mucho más de lo que había estado en
cualquier época pasada. El problema no es unir, el problema es tener claro con
quién pretendes caminar en la travesía del desierto que debe recorrer el
valencianismo. Resulta chirriante que se esté hablando de pactos entre la Unio
de Raúl Cerdá, que bebe las mieles del independentismo, y una Renovacio
Política de Lafarga, formación que pretendía resurgir de las cenizas de una inactiva (que no
cerrada) Coalicio Valenciana. Lo primero que debe ofrecer el valencianismo es
credibilidad y trabajo. Por desgracia, nadie puede pensar en articular un
discurso serio frente al ciudadano, cuando uno defiende la independencia y el
otro supuestamente la España de las autonomías. Es más, cuando uno busca unir
sensibilidades en el valencianismo comienza por mirar los apoyos con los que
cuenta, y verdaderamente, ni Unio ni Renovacio Politica, puede proclamarse
herederos ni líderes de nada. Hace falta muchos años de trabajo,
manifestaciones y defensa de nuestra señalas de identidad, para que uno pueda
ponerse la medalla de valencianista, más aún de ser representante de una
corriente. Otra cosa es que el lobi Hector González -con su columnita- quiera
maquinar una burda estrategia, que de concretarse, sería totalmente rechazada
por el valencianismo histórico y por los ciudadanos.
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