Al borde del desahucio tras siete meses sin luz ni agua y con un hijo con síndrome de Asperger

La familia tendrá que abandonar la vivienda el 30 de junio | Se da la situación de que el padre, antes de quedarse sin trabajo, se dedicaba a efectuar desalojos 

Una de las peores formas en que se ha materializado la crisis es en la figura de los desahucios. Todos los días en algún punto de España hay una familia que se ve despojada de su vivienda por falta de pago. Es el caso de la familia Martínez Rubio de Paterna.

Llevan un año sin poder pagar el alquiler de la casa donde viven, en la urbanización de La Canyada, y ya saben que el próximo 30 de junio deberán abandonar su hogar y buscarse otro techo bajo el que cobijarse, al no poder hacer frente a los cerca de 8.000 euros que adeudan. La amenaza está a la vuelta de la esquina.

Óscar Martínez y Raquel Rubio (36 años) tienen un hijo de 11 años, Nicolás, que sufre el síndrome de Asperger. Desde que se mudaron a la casa de La Canyada Nicolás había mejorado mucho, ya que podía disfrutar del aire libre dentro de su hogar, «su refugio». Sin embargo, ahora vive en casa de su abuela, y ha empeorado su rendimiento en la escuela debido a los cambios de ambiente.

«Su coeficiente es muy alto, pero sufre bloqueos cuando no está en su cuarto, es su santuario», asegura su padre. El pequeño requiere una medicación especial que el Ayuntamiento de Paterna ha ayudado en dos ocasiones a costear. Sin embargo, al no poder la familia hacer frente al pago, hay meses en que Nicolás no recibe dicho tratamiento.

Días de moratoria

El matrimonio lleva sin trabajar desde otoño del 2011, cuando ambos fueron despedidos de sus respectivos empleos. Se da la macabra situación de que Óscar, antes de quedarse sin trabajo, se dedicaba a efectuar desahucios. «Tuve que ir al psicólogo, porque para mí era muy fuerte tener que tirar a gente de su hogar, y me negué a trabajar en los desalojos; por ese motivo me echaron a la calle», explicó Óscar Martínez.

El desahucio de la familia Martínez Rubio estaba previsto para el próximo 6 de junio, pero el matrimonio ha conseguido una moratoria hasta el 30 de ese mes.

Hasta entonces, malviven en la casa sin luz ni agua -les cortaron esos servicios hace siete meses- mientras el pequeño Nicolás duerme con su abuela. «Mi mujer hace unos cuantos meses se intentó quitar la vida, perdió las fuerzas por seguir luchando; yo muchos días no sé cómo lo hago para levantarme», afirma el cabeza de familia.

«Si el Ayuntamiento de Paterna no cumple su palabra de conseguirnos una vivienda social antes de que nos desahucien, al día siguiente de quedarnos sin casa nos iremos allí (a casa de su abuela) a dormir», añadió su mujer.

Escasa ayuda

El matrimonio denuncia también la situación de indefensión en que se encuentran las familias que van a ser desahuciadas por no poder hacer frente a los pagos de un alquiler. Aseguran que no existen plataformas de ayudas para las personas en esa situación, aunque sí existen para las familias que no pueden pagar las hipotecas.

«Queremos agradecer a nuestra familia, amigos Gema Palomo, Javi Parra, Inmaculada Rubio, Miguel Ángel Capilla, Sheila Hartmann, Mari Díaz y a los profesores del Colegio Vicente Mortes, porque sin su ayuda no habríamos salido adelante», aseguró Raquel Rubio.