El pulso Morera-Oltra, punta del iceberg de una triple batalla: el Bloc no piensa ceder más terreno - Los críticos con el líder nacionalista aspiran a ir en listas y el sector de Mollà recela del protagonismo de Oltra - Afloran las pugnas en el segundo escalón por tocar poder
Ya se lo advirtió uno del Bloc a su hermano -y la anécdota es real- ilusionado con afiliarse a Compromís por ser un producto «fresco». «No te equivoques, somos como todos y acabaremos a guantazos», le pronosticó. Allí donde hay personas, por ejemplo en los partidos, los codazos se multiplican en situaciones de miseria o prosperidad desmedida. Es la supervivencia o la ambición por el reparto de dividendos, caso de Compromís, la organización catalanista que busca ser la bisagra de un futuro gobierno en Valencia. La elaboración del reglamento de primarias, las reglas del juego para elegir candidato a la Generalitat, ha avivado el pulso entre los coportavoces, Enric Morera y Mònica Oltra. Conscientes del tirón mediático de la marca Mònica Oltra, sus partidarios quieren primarias abiertas a todo el que desee apuntarse al censo. Morera y los suyos prefieren un sistema que haga valer el peso de la militancia del Bloc. Son 2.800 afiliados frente a unos 1.600, entre Iniciativa, Els Verds y los directamente adheridos a Compromís.
La pugna Morera-Oltra es la punta del iceberg de un Compromís en el que se solapan contiendas entre partidos o facciones y rivalidades personales. Las relaciones entre los coportavoces no estarían en el «hit parade» de las peores, pero tampoco es la armonía que pintan. Ni Oltra ni nadie de Iniciativa asistió a la conferencia de Morera en el Fórum Europa el pasado 22 de marzo, acto en el que el líder del Bloc confesó estar «cansado». Pero hace unos días comunicó a su ejecutiva „empujado por el núcleo de la dirección, liderado por Lluís M. Campos„ que piensa ir a primarias. El 19 de abril, Morera desgranó en el Palacio de la Exposición su propuesta de soberanía fiscal para los valencianos. E Iniciativa le dio de nuevo plantón.
25 años por el desierto. El Bloc, el tronco catalanista que sostiene a Compromís, no quiere perder protagonismo. El partido de Morera pesa un 60%, frente al 35% de Iniciativa y el 5% de Els Verds, según el reparto pactado ante notario el 4 de abril de 2011. Desde que nació en 1982 como Unitat del Poble Valencià (UPV), el "valencianismo de raíz fusteriana", osea, catalanismo nacionalista, transitó 25 años entre el ostracismo y el fracaso permanente en las urnas. Empezó vendiendo tarros con esencias de Països Catalans etiquetados con cuatribarrada, luego renunció a dogmas y pintó la etiqueta de azul y hasta de naranja. Al final se casó por conveniencia con EU para entrar en las Corts en 2007, tras rozar el objetivo en 1999 (4,6%) y 2003 (4,8%). Demasiadas penurias como para diluirse ahora, piensan Morera y sus afines.
Pero las alianzas se cruzan. Parte del Bloc defiende a Oltra de candidata. En Iniciativa, la diputada Mireia Mollà sabe que con Morera de uno por Valencia, tendría más fácil liderar de nuevo la lista de Alicante. En octubre, Mollà ha de ceder el acta al asesor y número dos por esa circunscripción, el nacionalista Dimas Montiel, en virtud del pacto de reparto de ese escaño al 60% y 40% de la legislatura. Iniciativa interpreta que no cabe el relevo e invoca una cláusula de excepción que impide que se descompensen las cuotas de reparto 60%-35%-5% entre los socios de Compromís.
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