Ciutadans triplica afiliación en España y crece un 20% en Cataluña
Ciutadans es un valor en alza. Incluso los sondeos del Centro de Estudios de Opinión (CEO, el CIS catalán) le dan a este pequeño partido un aumento de tal magnitud que puede pasar a ser la tercera fuerza política catalana,pasando por delante del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y del Partido Popular (PP). Y se convertiría en el catalizador del voto antiindependentista, en el primer partido no nacionalista de la comunidad, una posición que los dos grandes partidos estatales pierden.
Pero además de las encuestas, Ciutadans tiene más motivos de alegría: desde que hace aproximadamente mes y medio presentase en Madrid elMovimiento Ciudadano, la plataforma cívica que le apoya, la afiliación en Cataluña creció un 20% y fuera de Cataluña se triplicaron sus militantes. Además, el manifiesto que presentó juntamente con el Movimiento Cívico está ya respaldado por 40.000 firmas.
¿Dónde está la clave del éxito? “La crisis desbordó a los grandes partidos y se ha puesto en evidencia que éstos no son capaces de seducir a los ciudadanos con proyectos alternativos. Actualmente, no hay diferencia entre el PP y el PSOE, que se han convertido en maquinarias de poder y no en instrumentos al servicio de los ciudadanos. Han secuestrado a las instituciones en vez de hacer las reformas que este país necesita”, explica a El Confidencial Jordi Cañas, portavoz de Ciutadans.
Movimiento Ciudadano se presentó ayer en Barcelona, siguiendo la hoja de ruta prevista de ir presentando esta plataforma por todo el territorio español. En esta comunidad ya existe el partido, pero tampoco viene mal la ayuda de una plataforma cívica.
Albert Rivera en la presentación del Movimiento Ciudadano (EFE)Los dos partidos mayoritarios del espectro español han dejado de ser referencia en los últimos años y eso es aprovechado por otras fuerzas políticas para hacerse un hueco. “La irrupción de nuevas alternativas es un fenómeno imparable”, dice Cañas. Y varios son los motivos que provocan esta situación: “Ha habido un abandono de las clases medias, que han sido saqueadas. Y se ha sacrificado la igualdad de oportunidades. Y el estado del bienestar. Y los derechos sociales. Y los derechos laborales. La actitud ante las hipotecas, por ejemplo, evidenció que el compromiso de los grandes partidos no es con los ciudadanos, sino con los poderes. Sólo se ha reformado en una dirección y los ciudadanos ven que van a pagar una crisis que ellos no provocaron”.
Relevo generacional
Para el portavoz de C’s, a esta decepción hay que añadir el cambio generacional. La eterna división derecha/izquierda ya ha quedado desfasada y los españoles reclaman algo diferente. “Si los grandes partidos son incapaces de entender que los tiempos han cambiado, si no recuperan su compromiso, la complicidad y la confianza de la gente, dejarán de ser la solución para convertirse en el problema del sistema, si es que no lo son ya”. De ahí que cuando irrumpe en el espectro político un líder joven y formado intelectualmente acapare interés. “Por todo ese desfase intelectual y pedagógico, la coyuntura política es incluso menos importante a medio plazo que el relevo generacional”, argumenta Cañas.
Eso, claro, si va acompañado “de un discurso fresco, coherente, basado en el sentido común”. Y subraya que precisamente el discurso que hace Albert Rivera y la cúpula de Ciutadans es “claro. La gente percibe que si nosotros llegamos a tener responsabilidades, haremos lo que prometemos. Y hablamos claro, coherente. Se nos entiende y defendemos un proyecto social sin pedir permiso ni perdón”.
Albert Rivera y Artur Mas (EFE)En Cataluña, el caldo de cultivo de Ciutadans es diferente al del resto de España. Posicionado desde sus inicios como un “partido no nacionalista”, ha ido creciendo con su discurso antiindependentista robando votos a izquierda y derecha. El trasvase de votos evidenciado en las últimas encuestas muestra que Artur Mas va de derrota en derrota hasta el desastre final y puede perder casi 30 diputados respecto a 2010, aunque él asegura en que va en la dirección correcta. Y esos votos que pierde CiU, los gana ERC. En el otro extremo de la balanza, PSC y PP, ambos con un cierto grado de ambigüedad en el tema identitario, pierden los votos que se escurren hacia Ciutadans. El PSC, porque tiene un componente nacionalista que le ha hecho alinearse en ocasiones con el eje soberanista del Parlamento. Y el PP porque, aunque ahora es beligerante con los postulados de CiU, los dos primeros años de mandato de Artur Mas fue el partido que apoyó al Gobierno convergente.
“En Cataluña no nos votan sólo porque seamos antiindependentistas. Lo que pasa es que aquí se está poniendo en duda el futuro colectivo y la gente ya no confía en PSC y en PP, porque la han traicionado muchas veces”. Y si a eso se le suma una generación de gente joven que busca alternativas políticas, el caldo de cultivo para la irrupción de una alternativa diferente ya está servido. Aún así, Cañas asegura que aún en el caso de que Ciutadans no logre cuotas de poder en la Administración, “tenemos una oportunidad, que es la de influir para que las cosas cambien”. Y advierte que las grandes fuerzas políticas han de volver a generar confianza y a adquirir y cumplir los compromisos con los ciudadanos. “Si en vez de retomar esa complicidad con los ciudadanos continúan en la deriva actual, el colapso es imparable”.
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