El envío de una bomba simulada desata la alerta del terrorismo anarquista en Valencia

La policía investiga reuniones de radicales con más de un centenar de asistentes y su relación con media docena de atentados 

Se apodan con nombres como 'Club de Artesanos del Café para sus Nuevos Usos', 'Grupo Anticlerical para el Fomento del Uso del Juguete Sexual o 'Neomaquis Caótica', pero sus fines distan mucho de ser humorísticos o surrealistas. Son algunas de las denominaciones que se han dado grupos radicales anarquistas que están detrás de hasta siete atentados cometidos en el último año en nuestro país. El más sonado, el de la bomba que causó destrozos y un herido el pasado 2 de octubre en la Basílica del Pilar de Zaragoza y por el que sus dos responsables -Francisco Javier Solar Domínguez, 'Cariñoso', y Mónica Andrea Caballero, 'Moniquita', ya han ingresado en prisión. Una escalada de actividad anarquista a la que Valencia no ha sido ausente.

Una empresa italiana con sede en la capital fue objeto el pasado mes de septiembre de un atentado con un paquete bomba simulado, tal y como confirmaron fuentes de la lucha antiterrorista. El envío, al parecer realizado desde Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), se produjo el día 9 del citado mes. «Era una imitación muy burda, casi con los cables a la vista. Una manera rápida de lanzar un aviso o una advertencia», señalaron las mismas fuentes.

Otros dos atentados han tenido como escenario una gestoría de Barcelona y el banco Mediolanum, también en la Ciudad Condal, en este caso con explosivos reales. Y los otros dos episodios de terrorismo anarquista consistieron en el envío de dos 'consoladores-bomba' al director de un colegio de los Legionarios de Cristo en Madrid y al arzobispo de Pamplona.

Un 'paraguas' internacional

La investigación de la bomba simulada de Valencia está en manos de los Mossos d'Esquadra y de la Brigada de Información de Valencia. Los agentes investigan ya su envío postal desde Cataluña y la implicación de anarquistas italianos y españoles. Una carta enviada a mediados de septiembre al diario 'Secolo XIX' de Genova (en la foto que acompaña a estas líneas) en nombre de Neomaquis Caótica Barcelona-Vitoria- Madrid-Valencia reivindicó el envío de la bomba simulada en la Comunitat y los otros atentados.

En la misiva, los radicales lanzan «saludos fraternales a los que quieren acabar con el sistema de clases» y critican a los «bienpensantes ciudadanos que luchan bajo la bandera de los derechos humanos». Además de los 'exóticos' nombres de 'Artesanos del Café' o 'Juguete Sexual', en la carta se engloban bajo las siglas FAI/FRI, la Federación Anarquista Informal/Frente Revolucionario Internacional, un grupo italiano considerado organización terrorista por la Unión Europea.