martes, 26 de noviembre de 2013

Mireia Sallarès: ´Hay hombres que fingen el orgasmo, más de los que creemos´

"Las muertes chiquitas"

Mireia Sallarès: ´Hay hombres que fingen el orgasmo, más de los que creemos´

"Si Dios le dio un clítoris a la mujer, es porque Dios quiere que la mujer tenga orgasmos"


Mireia Sallarès: ´Hay hombres que fingen el orgasmo, más de los que creemos´
Mireia Sallarès: ´Hay hombres que fingen el orgasmo, más de los que creemos´
Para que se haga cargo del tipo de entrevista: ¿Por qué recurrió a otras mujeres para hablar del orgasmo femenino?
Yo soy la primera en aparecer, entrevistada por mí misma. Tenía la necesidad de compartir, porque las mujeres hablamos poco sobre nuestros orgasmos. Fui sincera, pero no todo puede ser dicho sobre el orgasmo.
¿Hablar por hablar?
Las mujeres generamos oxitocina al hablar, como si tuviéramos un pequeño orgasmo. A una de mis entrevistadas le ocurrió mientras conversábamos. Si me sucede durante esta entrevista, te lo digo.
Cuánta responsabilidad pero, ¿al hombre le interesa el orgasmo femenino?
El orgasmo es hoy un contrato obligatorio y, si la mujer no lo alcanza, el hombre siente su masculinidad en entredicho. En Las muertes chiquitas, una mujer dice que has de tener tres idiomas, ser doctora universitaria, buena madre y esposa, y multiorgásmica. La mujer ha de aprender que su orgasmo es suyo, no depende de su amante.
¿Vuelve a hablar por propia experiencia?
Cuando tuve mi primer orgasmo a los 27 años, tenía dependencia de mi amante porque se lo atribuía. Mi liberación fue a los 30, cuando lo logré por primera vez masturbándome.
Cinco horas de orgasmo femenino establecen un nuevo récord.
Hoy vemos cinco capítulos seguidos de Breaking Bad. Filmé cien horas, y Las muertes chiquitas exige un compromiso de cinco. A falta de cuarenta minutos hay un final, y viene otro. Me preguntaban por qué me cuesta tanto acabar, y respondí que la película es como un orgasmo femenino, más lento y que no termina del todo.
Debe ser la única película en que se habla de orgasmo y teología de la liberación.
Las teólogas de la liberación son las mujeres más sexuales que he conocido. Me contaron que «si Dios le dio un clítoris a la mujer, es porque Dios quiere que la mujer tenga orgasmos, y las mujeres sin orgasmo le están fallando a Dios». Según las Católicas por el Derecho a Decidir, el arcángel Gabriel le pidió permiso a María para que concibiera a Jesús, por lo que todas las embarazadas han de ser consultadas. Si nos viniera un ángel, siempre diríamos que sí.
Si el cuerpo de la mujer es un campo de batalla, ¿quién ha ganado?
Todavía hoy, los hombres saben que han perdido una guerra cuando las mujeres son violadas y preñadas por el enemigo, como en Ruanda o los Balcanes. La resistencia ha llevado a que en México ya resulta más rentable violar a un hombre que a una mujer, porque ella lo denuncia y el varón no lo hace.
¿Por qué el título «Las muertes chiquitas»?
Aparte de la vinculación obvia, le tengo pánico a la muerte y no hay nada más mexicano que ella, ni el chile. No trato a las mujeres como víctimas, porque pueden ser muy violentas con otras mujeres. Hasta que no se asuma este hecho, el patriarcado continuará.
¿El sexo es distinto en México y en España?
El sexo siempre es distinto. Las diferencias culturales son más marcadas que las de género, aunque parezca retrógrado decirlo en un mundo global.
¿Por qué el cuerpo femenino despierta más curiosidad que el masculino?
Porque es un enorme espacio para acoger violencia y placer. Si la mujer disfruta, el hombre también disfrutará y disminuirá la explotación. El placer es un territorio a conquistar por un bien superior.
¿«Las muertes chiquitas» nos preparan para la muerte mayúscula?
Sí, una de las entrevistadas dice que «la muerte es eso, un gran orgasmo», que es el epicentro de la película.
¿Se siente extranjera en Cataluña o solo en España?
En todas partes, soy extranjera de mi propio cuerpo. Me gusta rodearme de extranjeros. A un extraño que te da confianza, le explicas cosas que no le contarías ni a tu madre.
¿El sexo está sobrevalorado?
El sexo no es el problema, es la solución, pero implica mucho trabajo y siempre estamos cansados.
¿No pinta?
Me licencié en Bellas Artes, y continúo siendo artista porque no pinto. Me meto donde no me llaman, busco lo que no se me ha perdido.
¿Por qué lo busca?
Hay gente que necesita entender para hacer, yo necesito hacer para entender. Mi proceso conceptual es a posteriori y femenino, sin nada que ver con la mujer porque muchas no tienen esta componente.
¿Rodará «Los muertos chiquitos»?
Muchos hombres me lo piden a la salida de la proyección. Les digo: «Hágalo usted». Hay varones que fingen el orgasmo, más de los que pensamos.

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