'Escaleras arriba y abajo'
- Jeremy Musson retrata el mundo de señores y criados de 'Downtown Abbey'
- El libro recoge su larga historia novelesca: Woodehouse, Wells, Waugh...
En Downton Abbey, la mansión que da título a la exitosa serie que Antena 3 emite los miércoles por la noche, se mide con pulcritud milimétrica la distancia entre cubiertos, hay un protocolo de etiqueta para cenar, otro para servir el té y cada una de las campanillas del servicio avisan al mayordomo, el ama de llaves, los lacayos o los ayudantes de cámara, según la necesidad o capricho de los señores. Todo funciona como un preciso y perfecto mecanismo de relojería que además es parte de la identidad nacional, algo muy 'british' que durante siglos se ha plasmado en novelas, obras de teatro y finalmente en el cine y en series de televisión como la popular 'Arriba y abajo' cuyo espíritu inspira 'Downton Abbey'.
Ahora La Esfera de los Libros (parte del grupo Unidad Editorial, al que también pertenece ELMUNDO.es) acaba de publicar un oportuno ensayo que desvela los secretos, las anécdotas y hace un repaso histórico de ese mundo de señores y de servidumbre, de lo que sucede 'upstairs' (escaleras arriba) y 'downstairs' (escaleras abajo). Y así precisamente se titula, 'Escaleras arriba y abajo. Historia de los criados en las casas de campo inglesas', de Jeremy Musson, ex comisario del Patrimonio Nacional Británico que ha escrito sobre casas de campo históricas desde Garsington Manor a Knebworth House.
El éxito de 'Downton Abbey' ha rescatado la admiración por esas casas históricas de la campiña inglesa en las que conviven dos mundos, el de los señores (aristócratas, terratenientes o alta burguesía) y el de una numerosa galería de sirvientes especializados y ocupados con pulcritudobsesiva en que todo funcione sin que apenas se note su presencia. Además de otra particularidad también muy británica, las batallas de ingenio, el sarcasmo y la fina ironía expresadas con extrema educación y cortesía como representa a la perfección el personaje interpretado por la gran Maggie Smith en sus recreaciones cinematográficas excelentes de dama inglesa victoriana y que ahora repite en el papel de Violet, la madre del conde de Grantham.
A través de memorias, tratados, normativas domésticas, cartas y entrevistas a propietarios actuales y a empleados domésticos que siguen de servicio, Jeremy Musson repasa la historia desde la Edad Media pasando por las mansiones de la época Tudor hasta las vidas de los lacayos de la época eduardiana y los secretos de las despensas de las casas decimonónicas, cuando se produce el máximo esplendor de estas casas históricas.
En este libro, que cuenta con traducción de Ana Momplet, se recorre la historia de mansiones como Chatsworth, el castillo de Alnwick o Waddeson Manor que vivieron su gran época en ese siglo XIX y comienzos del XX. 'Es entonces cuando la hospitalidad y la organización de las casas de campo alcanzan su máximo esplendor y se ganan la admiración de los visitantes extranjeros. El comienzo de la Primera Guerra Mundial desencadenó una inevitable disminución en el número de empleados domésticos y en la década de 1920 se produjo un aumento de impuestos además de los efectos de la gran depresión. Después de la Segunda Guerra Mundial el mundo de las casas de campo cambió", explica Jeremy Musson refiriéndose precisamente a ese periodo que aborda 'Downton Abbey'.
El libro, lleno de anécdotas, ameno y divulgativo, narra el funcionamiento del mecanismo de relojería perfecta de estas casas rindiendo un emocionado tributo a la servidumbre como se cuenta en 'The servant's practical guide' (Guía práctica del sirviente) escrito en 1880: "Sin la constante cooperación de sirvientes cualificados, la maquinaria doméstica queda completamente desengranada, y hasta el más distinguido señor queda en evidencia". Aunque también se recuerda lo que de perverso tiene este sistema de servidumbre que dejaba al sirviente sin apenas vida privada. Así lo contaba William Tayler, un lacayo que escribió en su diario en 1837: "La vida del sirviente de un caballero es como la de un pájaro enjaulado. Está a refugio y bien alimentado, pero falto de libertad, y la libertad es el bien más preciado y dulce para todo inglés".
Una de las cosas que más destaca de este mundo de sirvientes y señores es precisamente la diferencia entre la casa visible y la casa invisible, el arriba y abajo. "En el siglo XVII aparecen las primeras escaleras y comedores reservados para los sirvientes y las campanillas para llamar al servicio", comenta Jeremy Musson recordando que bajo las escaleras se crea el mundo tras la puerta de paño verde, inventada en el siglo XVIII para aumentar el aislamiento acústico, y al que dedica toda un capítulo.
Literatura de género
Otro de los repasos más interesantes del libro de Jeremy Musson es el recorrido por la historia de los sirvientes y señores como 'dramatis personae' para la literatura y el cine y su querencia con el llamado género el de campiña inglesa que cultivaron Austen y las hermanas Brontë. Un género que forma parte de la identidad nacional como demostró P.G. Wodehouse, que "ha contribuido a dibujar la figura del sirviente en el imaginario moderno". En este libro se recuerdan obras como 'Pamela', de Samuel Richardson (1741), 'Humphrey clinker', de Tobías Smollett (1711), 'Vanity fair', de William Makepeace Thackeray (1847-1848), 'La casa de campo', de John Galsworthy (1907) o incluso obras dentro de otro género, el de terror en 'Otra vuelta de tuerca', de Henry James (1898), además del retrato de la vida en una casa de campo que hace Vita Sackville-West en 'Los eduardianos' (1930) o los guiños autobiográficos que H. G. Wells hizo en sus obras ya que su madre, Sarah Wells, fue ama de llaves de Uppark en Sussex entre 1880 y 1893. Sin olvidar a Nancy Mitford, Evelyn Waugh o incluso los estereotipados sirvientes de las tramas policiacas de Agatha Christie.
Además de detalles curiosísimos sobre cómo hay que servir la mesa ocuidar de la leña, guardar la leche, vestirse o lavarse, el libro de Musson cuenta cómo era una jornada de trabajo, qué salario tenía la servidumbre en comparación con otros trabajadores o lecciones de protocolo que harán las delicias de los apasionados de este género que ahora se puede disfrutar a través de la ficción televisiva de 'Downton Abbey'
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