Suspendido el concierto de Albert Pla tras asegurar tener «asco de ser español»

Las campañas de promoción del artista catalán siempre llegan cargadas de polémica. "Las gentes del teatro tienen derecho a desvariar", asegura el agente del artista

El cantante Albert Pla. / Archivo

El Ayuntamiento de Gijón ha decidido suspender del concierto de Alber Pla en el Teatro Jovellanos tras sus polémicas declaraciones en las que aseguraba, entre otras cosas, sentir «asco de ser español».

«A mí siempre me ha dado asco ser español, como espero que a todo el mundo. Me gustaría que los catalanes fuéramos independientes y que en Gijón se estudiara el catalán por cojones, igual que nos pasa a nosotros ahora». Esta ha sido una de las últimas perlas de Pla. No la única. Porque también ha asegurado que«cuantos más aznares, mourinhos y jiménez-losantos existan, mejor para Cataluña. Yo creo que escuchándoles, los españoles nos comprenderán mejor». Este artista que su discográfica define como «artista multimedia», pero que se ve a sí mismo como «un pobre cómico» comentaba además hace escasas fechas que «ni el Rey ni su familia tienen capacidad para inspirarme una canción». Porque Pla es un cantante que sostiene que lo mejor que se le puede decir a la clase política es «muérete» y al que le gustaría que todos los gijoneses «aprendieran catalán por cojones».

Estas afirmaciones habían llevado al concejal Francisco Rodríguez Cubiella a señalar que las manifestaciones del cantautor catalán «son un grave insulto que no debe quedar sin respuesta». A su juicio, «no es de recibo» que un teatro municipal que pagan «todos los ciudadanos dé cabida a la actuación de quien demuestra una absoluta falta de respeto hacia los gijoneses y españoles».

Por su parte, el manager y productor del artista, Pedro Páramo, apeló, antes de conocer de la decisión del Ayuntameinto de Gijón, «al sentido del humor» y a «que no se hagan lecturas literales de sus palabras. Ese tipo de manfiestaciones hay que tomárselas en serio si las hace Rajoy». «Las gentes del teatro tienen «derecho desvariar», ha señalado Páramo, quien en todo caso pensaba que la polémica podía redundar en publicidad para el espectáculo.