viernes, 15 de noviembre de 2013

A prisión por obligar a abortar a su novia y arrojar el feto al río en Gandia

A prisión por obligar a abortar a su novia y arrojar el feto al río en Gandia

El juez deja en libertad a la madre e imputa a la mujer que le suministró las pastillas que acabaron con la vida del bebé de 20 semanas de gestación 


El hallazgo a finales de mayo de un feto de unas veinte semanas de gestación en el río Serpis de Gandia esconde una historia dramática. Seis meses después de que unos vecinos encontraran el cadáver y, tras unas minuciosas investigaciones policiales, se ha dado con sus progenitores y se han podido conocer los maquiavélicos hechos.
El novio de la madre, presuntamente, la obligó a tomarse pastillas abortivas, la maltrató, la secuestró para que se desprendiera del bebé y, cuando abortó, aprovechó un momento en que estaba durmiendo para arrojar el feto debajo del puente.
Los agentes de la Policía Nacional detuvieron el lunes a tres persas, dos mujeres de 28 y 37 años, y la pareja de la víctima de 26, por su presunta implicación en el caso. La más joven es la madre de la criatura y es de origen ecuatoriano. La otra, compatriota suya, supuestamente le facilitó las pastillas abortivas a cambio de 200 euros.
El juez de instrucción número 1 envió ayer a prisión a la pareja sentimental de la víctima, de nacionalidad española, por presuntas amenazas y agresión para que acabara con su hijo. Este individuo acumula numerosos antecedentes policiales, según indicaron fuentes de la investigación. El juez imputó a la mujer que vendió las pastillas y dejó libre a la madre.
Las pesquisas se iniciaron el mismo día 30 de mayo, cuando se localizó el feto en avanzado estado de descomposición entre unas cañas y unas piedras del río Serpis. El bebé llevaba varios días muerto, tenía la placenta y el cordón umbilical. Una mujer que pasaba por allí dio la voz de alarma al detectar «un bebé o un animal, completamente paralizado, boca arriba y flotando en el agua».
Los agentes estuvieron rastreando los hospitales de toda la comarca para localizar a la madre, haciendo especial hincapié en los más cercanos al cauce.
Fuentes próximas al caso señalaron ayer que la principal pista para dar con la mujer fue precisamente uno de estos centros de salud, ya que acudió para informarse sobre de qué manera podría abortar. Al parecer, en un primer momento, estaba dispuesta a a ello, pero más adelante se arrepintió, lo que desató la ira de su pareja.
Fuentes policiales relataron que su novio la retuvo en una pensión de Gandia varios días para que abortara. Supuestamente, la maltrató y la obligó a tomarse la medicación específica para provocar el aborto. La ingesta de estas pastillas, concluye la investigación, le habría producido unas fuertes contracciones y hemorragias vaginales que finalmente le provocaron el aborto.
El joven, en un momento en que su pareja dormía, cogió el feto y, sin pensárselo dos veces, lo tiró al río Serpis. La madre marchó en agosto a su país de origen, pero regresó hace unos días a Gandia.
Los efectivos policiales la citaron y acudió directamente a la comisaría, donde se procedió a su detención y, posteriormente, quedó en libertad.

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