Son las 7 de la mañana y ya se asoman los primeros rayos de sol en la bahía de Key Biscayne, una de las zonas más exclusivas de Miami. Allí residen muchos expatriados españoles, exbanqueros y gente con una muy buena posición social. Como cada mañana, Carme Chacón se levanta para llevar a su hijo, Miquel, de 5 años, a la escuela pública de este pequeño barrio de Miami que imparte programas educativos bilingües: en inglés y en español. Así vive la profesora Chacón.
A pesar de la distancia, la exministra se siente como en casa ya que en esta isla, unida a la ciudad por un gran puente, radica una gran colonia española desde hace décadas. Chacón llegó aquí hace poco menos de dos meses y su adaptación al “american way of life” la ha hecho en un tiempo récord.
La que fuera ministra de Defensa y Vivienda durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no se lo pensó dos veces en aceptar la propuesta deEduardo Padrón, el rector del Miami-Dade College, para dejar su escaño en el Congreso de los Diputados e iniciar una nueva vida en Florida, alejada -sólo por un tiempo y con viajes relámpago a España- de la opinión pública.
En un Toyota de segunda mano
Cuando vuelve a Miami, convertida en profesora residente de esta institución educativa, una de las más importantes de Estados Unidos, la socialista se aparta de las altas esferas políticas y logra ser una más en esta ciudad que no se fija en la mujer que se desplaza por la ciudad con su Toyota Corolla azul marino de segunda mano. Siempre hace el mismo recorrido. A las 8 menos cuarto deja a su hijo en la escuela y después se dirige hasta el campus Wolfson del Miami-Dade College, en pleno corazón de la ciudad.
Antes de llegar a su despacho, Chacón hace una parada en la cafetería del campus para pedir un café con leche que se lleva hasta su despacho. Hoy, llega con retraso al campus. Su marido, Miguel Barroso, acababa de regresar a Madrid después de pasar una semana en Miami. El hijo de ambos es demasiado pequeño y aún no lleva muy bien eso de tener a los padres separados por la distancia. Chacón se ha tenido que esperar hasta que su hijo ha entrado dentro de clase, y ése ha sido el motivo de su demora.
Ataviada con la cartera en una mano y el café en la otra, la exministra sube hasta la planta cuarta de uno de los edificios del Miami-Dade College donde tiene su oficina. Es un despacho que no comparte con nadie más. Una fotografía con Gabriel García Márquez preside una pequeña mesita. Chacón reconoce ser una gran admiradora de su libro 100 años de soledad. Logró conocer al escritor cuando estaba embarazada de su hijo y cuando el entonces presidente Zapatero ya le había comunicado que sería ministra de Defensa, pero aún no lo había hecho público. Encima de una estantería se apoya otra fotografía con el secretario general de la Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, a quién conoció en su época al frente del departamento de Defensa español.
Mientras saborea el café, Chacón empieza a repasar los e-mails y la agenda prevista para el día. También aprovecha para hacer algunas llamadas y echar un vistazo a la prensa. Llegó a Miami para alejarse de su rutina diaria, tomar perspectiva y poner tierra de por medio en la lucha por la sucesión del PSOE, pero quiere seguir pendiente de todo lo que pasa en su país y que en España no se olviden, ni mucho menos, de que ella sigue pendiente de su partido. Así, la pasada semana cogió un avión y presentó en Madrid un desayuno de Tomás Gómez antes de viajar a Barcelona. Lo justo para recordar a Rubalcaba que su retirada ha sido puramente estratégica.
Los compañeros de la exministra han encajado con total normalidad la llegada tras la expectación inicial en el Miami-Dade College. "Cualquiera podría haber pensado que se iba a encontrar a un general”, bromea uno de sus compañeros de trabajo hablando sobre su pasado en la cartera de Defensa. "Al final, te encuentras con alguien con los pies en la tierra, sencilla y agradable”, remacha.
Simposio sobre piratería marina
La política socialista no da clases con regularidad. Su función principal en el centro consiste en dar apoyo a otros profesores ofreciendo clases magistrales y ya ha impartido seminarios de liderazgo y prevención del genocidio. En las próximas semanas, Chacón tiene previsto hacer un simposio, frente a unos 300 alumnos, sobre las estructuras generales de defensa y otro sobre la piratería en el mar, algo que ha conocido de primera mano. Su trabajo también consiste en asesorar a los alumnos del Honors College, considerados los mejores de la Universidad, para ayudarles en sus métodos de estudio y aconsejarles sobre qué hacer en el futuro. 
Tras la jornada de trabajo, Chacón regresa a casa. Antes recoge a su hijo en la escuela y ambos aprovechan la tarde para hacer un poco de deporte o pasear en bicicleta. Gracias a la oferta de la Universidad ha podido conciliar su vida familiar, otro de los motivos que la llevaron a aceptar este trabajo a los 42 años, totalmente distinto a la exposición pública y la responsabilidad de la cartera de Defensa.
Su contrato finaliza el 30 de junio de 2014 y ya dejó claro que su intención es regresar a España para reincorporarse a la política. Nadie cree, ni ella quiere, que esta ciudad la acabe atrapando como a la mayoría de sus amistades en Key Biscayne, que llegaron a Estados Unidos para pasar un corto período de tiempo y acabaron quedándose. La profesora Chacón tiene muy claro que su futuro -político- sigue estando en España.