ERC se plantea nacionalizar la red de Telefónica en una futura Cataluña separada de España. Así lo apuntó en las jornadas “Las TIC en una Cataluña Independiente”, que tuvieron lugar en la sede del partido en Barcelona el pasado miércoles. El objetivo no sería hacerlo de un día para otro. Lo que se señaló en la jornada fue que la nueva Ley de Telecomunicaciones que tendría el hipotético estado independiente cataláncontemplase la posibilidad de nacionalización de la red de las operadoras, algo que, según uno de los participantes, Pere Alemany, “no debería darnos miedo”.
“Podemos estar dentro de la UE o podemos estar fuera. Si estamos dentro, no se puede plantear pero si quedamos fuera tenemos una tercera opción:podemos nacionalizar las infraestructuras y tener una empresa nacional de telecomunicaciones”, señaló Pere Alemany, quien en ningún momento se refirió a Telefónica, pero esta compañía tiene el 90% red en Cataluña.
Alemany continuó: “De lo que estoy hablando no es una solución a la boliviana. Swisscom es una empresa nacional y Suiza es un Estado en el entorno de la Unión Europea y de dimensión relativamente parecida a la nuestra. Tampoco nos tiene que espantar esta solución de que estamos fuera de la Unión. No digo que éste tenga que ser el modelo al que vayamos, pero fuera de este entorno tampoco nos tenemos que alarmar”.
Socio de la consultora tecnológica Aggaros, Alemany se curó en salud al comienzo de su intervención señalando que sus opiniones eran a título personal. Pero ninguno de los presentes cuestionó sus planteamientos y se encontraban en la sala donde se celebraba la jornada tanto el diputado del Parlament Roger Torrent, responsable de las áreas TIC; el también diputadoOriol Amorós, que tutela todos los temas industriales del partido en el Parlament, y el ex vicepresidente de la CMT, Marcel Coderch, que compartía panel.
Ninguno de ellos abrió la boca. Torrent, incluso, apuntaló los criterios de Alemany en sus palabras de cierre: “Está claro que necesitamos un operador de país”. Matizó, sin embargo, que no tendría que ser necesariamente público.
Área estratégica
Alemany explicó que, en este sentido, “esta empresa nacional se debería mover en un entorno de competencia, no deberíamos estar en un modelo totalmente estatalizado”. Y añadió que este proceso “no sería de manera inmediata. Al día siguiente debería seguir tal y como está. Pero en la nueva ley deberían contemplarse todas estas posibilidades”
[La declaración sobre la nacionalización, en catalán, se puede escuchar a partir del minuto 37.26]
El sector de telecomunicaciones es tan estratégico que el presidente de ERC,Oriol Junqueras, apuntó en su intervención por videoconferencia la posibilidad de que la Conselleria de Empresa y Ocupación, de la que dependen las tecnologías de la información y comunicación y que ahora dirige Felip Puig, sería una de las que ocuparían los republicanos si entrasen en el gobierno catalán, una vez que Artur Mas fije una fecha y una pregunta concretas para la consulta soberanista.
Sector ajeno
Es curioso que este nivel de intervencionismo se plantee en un sector quepodría funcionar perfectamente y sin mayor problema en caso de que Cataluña fuese independiente, cosa que no ocurriría con otros.
Telefónica ha ganado el grueso del concurso de la Generalitat, que, por cierto, como el resto de los ganadores arrastra importantes deudas a causa de las tensiones de caja del gobierno autonómico. Incluso está invirtiendo cada año 40 millones de euros en extender la fibra óptica por el territorio catalán. Es decir, la empresa se ha mantenido en un marco de lealtad institucional y ajena al debate independentista.
Resucitar el operador neutro
Otra de las propuestas que se apuntaron en las jornadas, ésta de mano deMarcel Coderch, fue la de resucitar el denominado 'operador neutro' un tenedor de fibra óptica que diera servicio a otros operadores para competir con Telefónica. Se trata una vieja reivindicación de ERC desde la época del tripartito y que actualmente se encuentra en estado vegetativo por falta de presupuesto. También se propuso volver a repartir el espectro de manera que se diera menos peso a la TDT, una propuesta que tendría todo el sentido fuese Cataluña independiente o no, ya que, como pasa en el resto de España, la mayoría de canales de digital terrestre están ocupados por adivinos y teletiendas.
En algunos casos la sesión dio lugar a momentos de humor involuntario, como cuando se habló de que, en caso de una ruptura en un clima hostil, España podría bloquear la torre de telecomunicaciones de Collserola o se reconoció que telefonear a Madrid sería una llamada internacional –Cataluña necesitaría un prefijo que no fuese el 34–, pero se apuntó que “no tendría mucho sentido que Telefónica cobrase una tarifa de predeterminación” para comunicar con la capital de España. Es decir, se pidió la independencia pero a precio de llamada local.