“Estaba duchándome cuando la puerta se atascó… Sin un teléfono para pedir ayuda, usé el puño con el que me impulso en bobsleigh para romperla” explicó en su perfil de su cuenta de Twitter, donde también colgó una foto de cómo quedó la puerta tras los puñetazos.

Johnny Quinn es exjugador de la NFL. Jugó con Green Bay y Buffalo, tiene 29 años, mide 1,88 metros y pesa unos 100 kilos por lo que no vio mayor problema en valerse de su fuerza física para no seguir encerrado. Desde el equipo estadounidense, han reconocido que todavía no saben si tendrá que pagar el coste de la puerta.