domingo, 9 de febrero de 2014

Practicar sexo es bueno para el cerebro: da memoria y quita migrañas

Su ejercicio cardio-vascular se compara con varios deportes

Practicar sexo es bueno para el cerebro: da memoria y quita migrañas


No solo relaja, proporciona placer, y quema calorías. Además mitiga el dolor de las migrañas, podría reducir el riesgo de cáncer de próstata e incluso estimular la generación de neuronas. Éstos son sólo algunos de los beneficios del sexo según estudios llevados a cabo por la Universidad de Maryland publicados a comienzos de año, y refrendados por otros realizados en la de Nottingham, que señalan también que una sesión de 25 minutos equivale a 20 de caminata cuesta arriba, 40 de yoga, o 19 de remo ligero. «Tradicionalmente el ejercicio cardiovascular de un coito se ha comparado también con los 100 metros lisos», indica el doctor Pedro Villegas, sexólogo clínico con 30 años de experiencia.

Para poder notar dichos beneficios, eso sí, la práctica debería ser diaria. Una utopía para españoles (1,7 veces por semana según el Estudio Europeo sobre Satisfacción Sexual llevado a cabo por Pfizer), y sus vecinos europeos (1,6 veces), especialmente en momentos de crisis. Pero precisamente para combatirla, se deben mantener los niveles: las hormonas liberadas durante el coito ayudan a combatir el estrés y la depresión.

Óxido nítrico.

Un estudio publicado por la revista Headache acaba de descatalogar el dolor de cabeza como razón para no practicar sexo. Realizado entre 83 mujeres aquejadas de migraña crónica, el documento refleja que un 50% experimentó alivio tras mantener relaciones. «Esto es posible porque se sabe que en muchas ocasiones la migraña tiene origen vascular. Generalmente, en una relación sexual se pone óxido nítrico en movimiento, que mejora la circulación periférica, así que podría aliviar los síntomas». Villegas, sin embargo, advierte de que «existe una tendencia a presentar el sexo como una panacea, y aunque se sabe de sus efectos beneficiosos, no se puede recetar como remedio para patologías».

Y más memoria.

A más sexo, ¿más memoria? Sí. Lo afirma la Universidad de Maryland tras un experimento llevado a cabo con ratas adultas, según el cual éstas producen más neuronas tras la copulación. Llamado neurogénesis, se cree que este proceso podría ayudar a restaurar las funciones cerebrales dañadas por el envejecimiento, como la memoria, aunque no se ha podido comprobar que los efectos se mantengan en el tiempo, ni que sean extrapolables al seso humano. Lo que sí se puede afirmar, apunta el doctor Villegas, es que el coito beneficia la función cerebral «pues con él se libera dopamina, y oxitocina [la hormona del amor]. La primera estimula el pensamiento positivo -durante una depresión hay un exceso de serotonina-, y la oxitocina favorece la comunicación».
También el riesgo de padecer cáncer de próstata podría reducirse con la práctica regular de sexo. Para afirmarlo, la Universidad de Nottingham se basa en un estudio entre 840 varones de los cuales aquellos con una vida sexual activa a partir de los 50 -más de 10 coitos mensuales- eran menos proclives a padecerlo. Aunque las razones no están claras, algunos expertos afirman que expulsar el esperma equivaldría a una «limpieza de tuberías que reduciría el riesgo de que células viejas se convirtieran en cancerosas». Estas conclusiones se han visto respaldadas por las de otra investigación más amplia 829.000 varones) del National Cancer Institut de EEUU, que concluyó que aquellos con más orgasmos reducían el riesgo de cáncer en un tercio. Villegas, profesor, entre otros, del máster de sexualidad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Huelva, se muestra escéptico. «La próstata es sólo un lugar de paso para los espermatozoides. Lo que es cierto es que el coito provoca contracciones y relajación de la próstata, lo que es beneficioso para la prostatitis».

El mejor relajante.

Los alemanes adultos que mantienen relaciones al menos una vez cada dos semanas experimentan menos estrés al hablar en público, ysu presión sanguínea se mantiene más baja, dicen estudios llevados a cabo en Alemania. El efecto tranquilizante del coito traspasa fronteras: Villegas señala que entre sus pacientes se ha encontrado a menudo casos de personas que se masturban antes de los exámenes o de una charla en público, «algo que reflejan también las estadísticas, sobre todo entre la gente joven».

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