miércoles, 16 de abril de 2014

Junior: la herencia que dañó la relación con sus hijos

MUERTE La familia rota por la herencia y el dolor

Junior: la herencia que dañó la relación con sus hijos

  • El marido de la desaparecida Rocío Dúrcal ha muerto solo en su casa de Torrelodones

  • Durante años se enfrentó con sus hijos por las joyas y propiedades de Rocío Dúrcal

  • A pesar de la reconciliación con sus hijos, nunca volvieron a estar unidos

Junior
Una de las últimas imágenes de Antonio Morales, Junior GTRES


Antonio Morales, Junior, se murió como jamás habría querido irse de este mundo: solo en su casa de Torrelodones. Ocho años después de la muerte de Rocío Dúrcal, su querida Marieta, Junior consiguió reconciliarse con sus hijos después de penosos enfrentamientos por la herencia de la cantante, pero hubiera querido tenerlos más cerca. No fue posible. Lo que parecía una familia unida y modélica, se rompió en pedazos cuando el cáncer contra el que luchaba Rocío Dúrcal acabó por fin con su vida en el año 2006.
En el testamento de la artista, redactado muchos años antes, en 1992,Marieta legaba a su marido el tercio de libre disposición de la herencia, además del usufructo de la cuota legal de la misma, un total que ascendería a 900.000 euros. Los tres hijos del matrimonio,Carmen, Antonio y Shaila eran los herederos universales. El padre debía entregarles una parte de la propiedades así como las valiosas joyas de Marieta reclamadas por sus hijos.
La negativa de Junior a repartir las joyas de la cantante fue el detonante de los problemas entre el padre y los hijos
La negativa de Junior a repartir las joyas de la cantante fue el detonante de los problemas entre el padre y los hijos y lo que sacó a la luz pública sus desencuentros. Ante el empecinamiento de Junior, Carmen y Antonio denunciaron a su padre y rompieron toda relación con él.Shaila también reclamaba lo que le correspondía legalmente, pero eligió la vía del diálogo, mantuvo los lazos familiares haciendo de puente entre sus hermanos y el padre y durante mucho tiempo, fue la única que le trató.
Antonio y Carmen descubrieron al mismo tiempo que había muchos más bienes y patrimonio de su madre fuera de España que no estaban recogidos en el testamento ni habían sido declarados porRocío y su marido y amenazaron a Junior con sacarlos a la luz, lo que traería muchas complicaciones personales y judiciales a toda la familia. "Quieren que me vaya a vivir debajo de un puente", se quejaba un día en los peores momentos del desgarro familiar ."Quieren que me vaya de casa y no tengo dónde ir".
Pero Junior empeoró las cosas al cometer la imprudencia o torpeza de escribir unas memorias en las que confesaba haber sido infiel a su esposa, un episodio que sus hijos desconocían y que les molestó sobremanera.

Reconciliación

Por fin, cinco años después de la muerte de su esposa, un Junior deteriorado y vencido por las circunstancias apareció en plató de televisión pidiendo perdón a sus hijos. "Nuestra lucha ha sido inútil y absurda, hemos perdido un tiempo precioso que ya no podré recuperar, os pido perdón una vez más y os echo de menos", vino a decir, desolado, mientras culpaba a los malos consejos del abogado de sus hijos de la ruptura familiar.
Finalmente Junior dio a cada uno lo que Marieta había dispuesto y se quedó con la casa de Torrelodones,
Junior dio a cada uno lo que Marieta había dispuesto y se quedó con la casa familiar de Torrelodones, demasiado grande y demasiado silenciosa para él, que confesaba sus deseos de vivir parte del año en México o en Miami con su hija Shaila. Junior había intentado o se habría ofrecido para conducir la carrera artística de Shaila en América, sin conseguirlo. Era demasiado tarde para volver a ejercer de mánager o de compositor de los éxitos de su hija, algo que había hecho durante años con su mujer.
Porque lo cierto es que Antonio Morales renunció a una brillante carrera artística para ocuparse y entregarse a fondo a trabajar para y con su mujer. Él fue parte importante del éxito de Rocío Dúrcal y un marido atento y entregado durante su enfermedad.
A pesar de la reconciliación familiar y el deseo de recuperar la convivencia con sus hijos, Junior siguió viviendo solo en su enorme chalé de Torrelodones, delicado de salud y pagando los excesos de muchos años bebiendo más de la cuenta.
La muerte de su padre, en 2007, un año después de la de Marieta y la de su madre, centenaria, en 2012, con la que pasaba mucho tiempo,le sumió en una gran melancolía, de la que jamás consiguió recuperarse .

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