La Generalitat Valenciana admite que subirá impuestos
El Ejecutivo reconoce que incluso con el límite del 1,2% de déficit y con la cuantía de gastos financieros tendría dificultades para financiar todos sus compromisos
El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, vigila con un ojo las negociaciones entre Gobierno y comunidades autónomas sobre el techo de déficit para 2013, y con el otro las posibilidades de que dispone para incrementar el apartado de ingresos de las cuentas autonómicas. Y la conclusión es obvia: si el primer capítulo no permite a la Generalitat disponer de mas oxígeno -en forma de financiación aunque sea con cargo a déficit-, el segundo tendrá que modificarse. Y tocar algunos impuestos constituye uno de los escenarios sobre la mesa.
El techo de déficit definitivo no se conocerá hasta junio. La Comisión Europea autorizará el 29 de mayo el cuadro macroeconómico reformado por el Ejecutivo el pasado viernes. Tal y como ya se ha anunciado, cuando se confirme el dato en Bruselas, el Ministerio de Hacienda y las comunidades se reunirán de nuevo en un Consejo de Política Fiscal y Financiera para hacer oficial la nueva cifra del 1,2%, cinco décimas por encima del déficit que ambas partes acordaron para 2013. Hasta entonces, el grupo de trabajo creado por las autonomías negocia que ese nuevo techo de déficit no sea necesariamente igual para todas las regiones -ese 1,2%- y que de la misma manera que algunas puedantener un techo por debajo de esa cifra, a otras se les permita un límite superior. Entre las partidarias de esta segunda opción figuran todas las regiones del arco mediterráneo.
El Consell ha confiado a esta negociación buena parte de sus esperanzas de cuadrar su presupuesto para el el ejercicio en vigor. El Ejecutivo valenciano ya admitió hace semanas que necesitaría un límite de déficit entre el 1,5% y el 2%. Con el PIB valenciano como referencia, el 1,2% aprobado por el Gobierno supone disponer de 500 millones de euros más sobre el 0,7% pactado inicialmente por Madrid y las autonomías.
Pero el departamento que dirige Moragues no tiene claro que con esa cantidad adicional vaya a tener suficiente para atender todos los compromisos de gasto. Entre otros motivos, porque la recaudación real de los impuestos cedidos a la Generalitat estaría quedándose por debajo de las previsiones de ingresos del actual presupuesto, según fuentes parlamentarias.
Hacienda suma otro dato a sus dificultades económicas: el de la cuantía de los gastos financieros (el pago de intereses de la deuda) a los que tiene que hacer frente a lo largo de este ejercicio. Algunas fuentes sitúan en el entorno de los 1.300 millones los gastos financieros para atender la deuda de la Comunitat. Se trata de una cifra que, por sí sola, ya consume todo el recurso al déficit que supondría ese 1,2%. De Manera que la Generalitat tendría que obtener un superávit a partir del resto de gastos para no incumplir el techo si, finalmente, no se aprueba la asimetría.
Las fuentes de la administración autonómica consultadas por este diario dieron por hecho ayer que, si el ministerio de Hacienda y las comunidades autónomas no se ponen de acuerdo para que el techo de déficit sea distinto para cada región -escenario que las mismas fuentes consideraron «trágico»-, a la administración autonómica no le quedaría otro remedio que subir impuestos. Sobre la mesa, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y la posibilidad de la bonificación en transmisiones mortis causa (sucesiones) del 99% de la cuota tributaria para las adquisiciones por descendientes y adoptados, cónyuges, ascendientes y adoptantes que tengan su residencia habitual en la Comunitat Valenciana a la fecha del devengo del impuesto, se redujera al 75%.
Transmisiones Patrimoniales
Hacienda contempla otras posibilidades, como la de tocar el impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, aunque la evolución del mercado inmobilario -que es sobre el que incide esta figura impositiva- no permite concluir que algún tipo de modificación se pudiera traducir a corto plazo en resultados visibles. En todo caso, se asegura, la intención sería evitar tocar todo lo relacionado con el gasto social.
El Consell asume el coste político que puede tener una medida tan impopular como una subida de impuestos. Y también que esa circunstancia, unida al coste del resto de ajustes adoptados hasta la fecha y a la gravedad de la crisis dibujan un escenario complicado -máxime cuando algunos barones del PP comienzan a sugerir la necesidad de bajar impuestos para reactivar la economía-. Por ese motivo, el equipo económico de Fabra confía en que el déficit asimétrico termine siendo una realidad e impida la necesidad de tomar estas medidas.
La decisión definitiva sobre el déficit asimétrico podría conocerse en pocas fechas. El grupo de trabajo formado por el Gobierno y las comunidades autónomas mantuvo una reunión hace dos semanas. A fecha de ayer todavía no se había convocado un nuevo encuentro - que previsiblemente tendrá lugar la próxima semana- y en el que, según el calendario previsto, se fijarán los criterios para determinar qué regiones tienen más techo de déficit y cuáles menos.
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