¿Mintió Francisco Camps a la policía y al juez del 'caso Urdangarin'? Según el expresidente del gobierno valenciano estuvo todo el fin de semana del 16 y el 17 noviembre en su casa, pero los informes policiales a los que ha tenido acceso este periódico revelan que los agentes intentaron por activa y por pasiva -vía móvil vía citación en su domicilio- localizarle para que declarara como testigo a fin de explicar las supuestas adjudicaciones a dedo al yerno del rey.
Este desafío puede que le salga caro al expresidente, cuya participación y responsabilidad en el pago de más de tres millones de euros a Urdangarín había sido desviada a sus consellers y directores generales. Camps ha jugado fuerte con el Juez Castro yha puesto en entredicho con esta actitud su coartada o versión de los hechos: que él no tuviera nada que ver.
Todo el país, excepto el propio interesado, sabía que el juez José Castro buscaba a Camps. Pero al final fue imposible. ¿Miente Camps o es que los policías no supieron marcar el número del móvil que él mismo había facilitado al juzgado o es que los agentes no supieron llamar correctamente al telefonillo del piso en el que aseguró que vive?
Como testigo y como expresidente de una comunidad autónoma, Camps podía acogerse a su prerrogativa de ahorrase el mal trago de no presentarse ante el juez y responder en su despacho (él o su abogado) a un cuestionario confeccionado por las partes. Al final, el expresident optó por lo más fácil. No presentarse ante el juez. Pero el juez Castro decidió que no quería esperar y que Camps debía responder casi de manera simultánea a Rita Barberá, quien no podía eludir el interrogatorio porque su condición de simple parlamentaria autonómica no le permitía zafarse del incómodo trámite.
Ese 'finde', el del sábado 16 de noviembre, el juez ordenó que se localizara e interrogara (siempre a través de cuestionario) a Camps en su casa o dónde fuera, pero fue imposible. Sin embargo, el expresidente del ejecutivo autonómico aseguró haber estado "todo el fin de semana haciendo vida normal" sin que nadie hubiera acudido a citarle o si quiera notificarle la citación. Pero los informes policiales remitidos al juez, y en poder de este periódico, dicen lo contrario:
"En la mañana del sábado día 16 de los corrientes, los inspectores mencionados recibieron el escrito-citación al que se alude inicialmente para que se procediera a localizar y citar al señor Camps. A tal fin se realizaron diversas llamadas a su teléfono móvil 676xxxxxx, sin obtener respuesta". Ahí siguieron las tentativas para localizar a Camps: "A las 13 horas, se comunicó (por parte de) los inspectores al juez que se había dejado mensaje al señor Camps en el móvil, que él mismo había facilitado en el juzgado para contactar".
"Finalmente, a las 17 horas del mismo sábado, los inspectores recibieron nuevas órdenes del juez para materializar la citación en el domicilio del señor Camps, en la calle Poeta Querol, numero xx, de Valencia. Antes intentaron, nuevamente, y sin resultado, el contacto telefónico y, finalmente, se desplazó el inspector xxxxx, acompañado del policía xxxxx, hasta el citado domicilio, llamando repetidas veces en el botón correspondiente a la puerta xx, sin obtener respuesta", afirma el atestado policial. "Por si hubiera existido error, se pulsó a las puertas xx y xx, cuyos moradores confirmaron que, en efecto, era la vivienda xx la del señor Camps. En el lugar se estuvo por espacio de veinte minutos, intentándolo reiteradamente y sin éxito".
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