La explosión de las aplicaciones para móvil ha tenido como consecuencia directa una enorme variedad de nuevos canales para conocer gente, entablar relaciones y en definitiva, encontrar pareja. Hay tantas y tan variadas que uno se pregunta a veces cómo nos las apañábamos antes de este boom para ligar. ¿Recuerdan la época de los bares, los amigos de amigos o las clases de cocina? ¿Vivirán las próximas generaciones experiencias similares? Quién sabe.
Entre tantas opciones existen versiones de ligoteo para todos los públicos: las más populares, que abren el campo de tiro para abarcar a todos los objetivos posibles; las más exclusivas, para los que presumen de ser selectivos; las que se enfocan a una tendencia sexual concreta; las que prometen sencillez por encima de todo; las que quieren casarte y otras que solo prometen una aventura y si te he visto no me acuerdo… Por haber, hay apps para ligar basadas en el soborno a tu posible cita.
Pero el mecanismo de todas estas aplicaciones es más o menos el mismo: una foto, un “me gusta” mutuo y comienza el chat. Y ahí que cada uno obre su magia. Después de todo, los mecanismos de flirteo y seducción sí que siguen siendo los mismos de toda la vida.
¿Te puedes enamorar de una voz?
De vez en cuando, sin embargo, sí aparece alguna que propone una nueva forma de iniciar estas relaciones que comienzan en el plano virtual y que, quién sabe, pueden terminar funcionando en un plano más tangible. Revealres una de ellas.
En esta app de citas (disponible solo en iOS) se terminó el apostarlo todo a una foto en la que salgamos más o menos favorecidos.  En una versión algo diluida del argumento de la película Her, en la que un escritor se enamora de su sistema operativo con el que conversa durante horas, aquí se liga con la voz.
El protagonista de 'Her' se enamora de su sistema operativo a través de su vozEl protagonista de 'Her' se enamora de su sistema operativo a través de su vozNi aspecto, ni personalidad, ni gustos, aficiones o aspiraciones. Nada de eso. Un mensaje de voz de 20 segundos, que da para poco más que un ingenioso saludo, es lo que tienen los usuarios para evaluar el potencial de un candidato y si puede ser o no su pareja ideal.
Después de registrarse con su perfil de Facebook, algo que también imponen algunas de las aplicaciones de este tipo más utilizadas, el usuario navega por una sucesión de fotos pixeladas para ocultar la cara que hay tras ella. El aspecto aquí es algo secundario. Junto a cada foto, un clip de audio con el breve mensaje de presentación.
Recuperar el misterio
Un saludo, un chascarrillo, una descripción… Elige bien qué vas a decir porque si en la realidad es cierto que solo hay una oportunidad para una primera impresión, aquí hay una única impresión y más vale aprovecharla.
También aparece el nombre de pila, la edad y la distancia que separa a ambos. Y eso es todo por el momento. Una vez que existe una conexión (dos usuarios se dan un “me gusta” mutuamente), la foto se hace visible y ya pueden empezar a chatear.
Puede entenderse esta nueva aplicación como un esfuerzo por destacar en un sector ultracompetitivo en el que parece que ya está todo inventado. Pero hay otro enfoque más romántico, a juego con la temática del asunto, y es la de devolver parte del misterio y la emoción que la tecnología le ha quitado al ligoteo. Una voz bonita y un mensaje acorde pueden hacer maravillas, y si no, volvemos a remitirnos a Her: véanla en versión original y no podrán más que reconocer que Scarlett Johanson (que pone voz al software de marras) es toda una belleza incluso de oídas.