viernes, 7 de marzo de 2014

Un funcionario de Correos se enfrenta a tres años por quedarse tarjetas regalo

Un funcionario de Correos se enfrenta a tres años por quedarse tarjetas regalo

La mujer del acusado, que trabaja en la empresa y está procesada, acudía al centro comercial a comprar con los cheques 

Un funcionario de Correos, Jorge. A., se enfrenta a tres años de prisión por apropiarse del envío de tarjetas regalo de El Corte Inglés. El hombre contó con la colaboración de su mujer -también procesada en la causa- que, en ocasiones, acudía al conocido establecimiento a canjear los cheques regalo por diferentes artículos. La Fiscalía pide para ella un año de prisión.
El acusado ocupaba un puesto directivo en unas instalaciones de la empresa pública. Su mujer también trabajaba para la empresa pública, aunque en otras dependencias. El funcionario conocía el envío de las citadas tarjetas regalo porque los sobres son «fácilmente identificables» por el logo que figura en el envoltorio. Las cartas pasaban obligatoriamente por sus manos debido a sus responsabilidades.
La Fiscalía sostiene que en marzo de 2010 se quedó con una tarjeta de una remesa de 150 sobres que había enviado una empresa. El importe era de 50 euros. El acusado se dirigió a los citados grandes almacenes y realizó una compra de artículos de playa por un importe de 118 euros. Abonó 50 euros con el bono y el resto lo cargó a su tarjeta de crédito.
Hechos similares se repitieron meses más tarde. Así, a finales de ese mismo año, los grandes almacenes remiten dos sobres certificados a sendos clientes particulares. Una de ellas residente en Picassent y la otra en Paiporta. Sin embargo, las cartas nunca llegaron a su destino inicial.
El ahora acusado se las llevó a su domicilio. Allí se las entregó a su pareja, que era plenamente consciente del origen de estos regalos. Pese a ello, cogió los cheques y se dirigió al centro de Valencia. En un establecimiento de la marca, adquirió un producto -se ignora cuál- por 190 euros. La suma de las tarjetas no cubría el importe total. Para abonar el resto, 49 euros, utilizó su propia tarjeta de crédito.
Comprar un videojuego
En mayo de 2010 se repite la mecánica. La acusada utiliza un cheque regalo de 60 euros para comprar unos productos de uso personal. La diferencia, de nuevo, la vuelve a cargar a su tarjeta.
En algún caso, el importe de lo apropiado resulta ridículo. Por ejemplo, en julio, logra una tarjeta de 10 euros de los numerosos regalos que una empresa había enviado a sus clientes. Esa cantidad la utiliza para descontarla del importe de un videojuego, que costaba algo más de 49 euros, según consta en el escrito del Ministerio Público al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS.
Las apropiaciones se suceden en febrero de 2011. En esta ocasión, el acusado consigue otro cheque regalo dirigido a un particular por valor de 51 euros. Lo utiliza para unas compras en un establecimiento de la avenida de Francia.
El hombre está acusado de un delito en la infidelidad de la custodia de documentos y de una falta de apropiación indebida. Por el primer ilícito se enfrenta a los tres años y a una multa de más de 7.000 euros. A esta cantidad se sumarán otros 720 euros por la falta. A su mujer se le considera autora de un delito de blanqueo de efectos delictivos.

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