INMIGRACIÓN Estaban metidos en dos camiones

Once magrebíes intentan llegar a España en una hormigonera y entre cartones

• Seis de ellos estaban dentro de un camión cisterna e inhalaron cemento en polvo tóxico

• De los once interceptados, cuatro son menores de edad

• Un ruido delató a los inmigrantes escondidos, que esperaban el embarque de los camiones

Uno de los inmigrantes sale de la hormigonera. EFE

Melilla no sufre únicamente la presión migratoria de los subsaharianos que tratan de entrar a la ciudad de forma irregular desde Marruecos. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado también mantienen una estrecha vigilancia sobre decenas de magrebíes, fundamentalmente marroquíes y argelinos, que ven una oportunidad de llegar a Europa viajando como polizones en alguno de los tres barcos que cruzan diariamente el Mar de Alborán para comunicar Melilla con la costa andaluza.

El pasado viernes, la Policía Nacional interceptó en el puerto de la ciudad autónoma a 11 inmigrantes que se habían escondido en dos camiones que estaban aparcados a la espera de embarcar rumbo a la península, concretamente un remolque que transportaba cartones prensados y una hormigonera con cemento en polvo en el interior.

Los dos camiones estaban aparcados en la zona portuaria reservada a las bateas y contenedores, donde un ruido despertó las sospechas de los agentes que estaban de servicio esa mañana.

La siguiente pista fue una de las bocas de entrada del tanque, que estaba medio abierta. Cuando los policías se asomaron, encontraron el origen de los sonidos: seis personas estaban en el interior,completamente cubiertas de cemento en polvo, que cuando salieron mostraban síntomas de malestar, tos y mareos por haber inhalado productos tóxicos mientras estaban en el escondite.

Dos menores en la hormigonera

Entre los seis ocupantes de la hormigonera había dos eran menores de edad y un presunto ladrón que estaba siendo buscado por la Policía por su implicación en un robo con violencia que se había registrado en Melilla hace dos meses.

Los agentes, de la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC) de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, siguieron buscando entre los contenedores por si hubiera más sin papeles ocultos. Dos horas más tarde, encontraron a otros cinco que estaban agazapados en otro remolque que transportaba bloques de cartón prensado para ser reciclado en la península. Dos de ellos eran también menores de edad, como en la actuación anterior, que fueron puestos a disposición de la Policía Local para ser acogidos en el centro de menores de la Ciudad Autónoma.

Por su parte, los siete adultos quedaron detenidos por infracción a la Ley de Extranjería, a la que se añadió en el caso del presunto ladrón su correspondiente reclamación por robo con fuerza.

No es la primera vez que la Policía Nacional o la Guardia Civil localizan en la zona portuaria a inmigrantes que intentan llegar como polizones a la península. La mayoría de los que lo intentan a lo largo del año prueban suerte al finalizar las fiestas patronales, a principios de septiembre, cuando los feriantes recogen las atracciones y regresan a la península.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado se implican entonces en un dispositivo de seguridad especial, la denominada Operación Feriante, que este año terminó con 152 inmigrantes interceptados, casi todos de origen magrebí, y casi la mitad menores de edad, que son los que más rondan por las escolleras del puerto en busca del momento propicio para colarse en el barco hacia Europa.